Las autoridades ordenaron este lunes la paralización de las obras del nuevo aeropuerto de Berlín por un problema de seguridad, un nuevo varapalo a esta polémica infraestructura cuestionada por los retrasos y sobrecostes.

La mancomunidad de Dahme-Spreewald indicó en un comunicado que los responsables de Obras han detenido los trabajos en la terminal principal por "significativas violaciones" de los límites de peso en la cubierta.

La decisión está ligada al montaje sobre tres secciones del tejado de unos ventiladores demasiado pesados para que la estructura los soporte.

Preventivamente, la empresa aeroportuaria ya cerró el viernes una parte de la terminal por este motivo y ha informado de que ahora espera a que un perito emita un "nuevo certificado de seguridad estática".

El aeropuerto de Berlín, que estaba inicialmente previsto que empezase a operar en 2011, aún no cuenta con una fecha de inauguración oficial -aunque se baraje el segundo semestre de 2017- por una serie de errores de planificación y fallos de construcción, a los que se han sumado varios escándalos de gestión que investiga la fiscalía.

Si en 2006 se presupuestaron 2.000 millones de euros para el nuevo aeródromo de Berlín, que debe sustituir a los actuales Tegel y Schönefeld, ahora se estima que la infraestructura costará al menos 5.400 millones de euros.