Bruselas vuelve al trabajo con la inmigración, Grecia y Reino Unido en el foco

También el Parlamento Europeo retoma esta semana el trabajo en comisiones.

Las instituciones comunitarias encaran un nuevo curso político en el que tienen que encontrar una respuesta a una crisis migratoria y de refugiados sin precedentes, abordar las reformas de la UE exigidas por Reino Unido y superar unas elecciones griegas para poder debatir en octubre un posible alivio de la deuda.


El presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, ha convocado para este miércoles y jueves a sus comisarios a las tradicionales dos jornadas de trabajo en el castillo del lago de Genval, al sureste de Bruselas, para abordar "los retos actuales en la Unión Europea (UE) y el estado de la Unión", y en lo más alto de la agenda de las sesiones de trabajo figurará la inmigración.


También el Parlamento Europeo (PE) retoma esta semana el trabajo en comisiones, entre las que la de Libertades Civiles abordará con el director ejecutivo de la agencia europea de control de fronteras (Frontex), Fabrice Leggeri, las dimensiones de la crisis migratoria.


Durante todo el verano, la CE insistió en que no había que culpar a la CE de la supuesta "inactividad" en lo que es la peor crisis de refugiados desde la II Guerra Mundial, sino a los países miembros, quienes tienen ante sí desde mayo pasado una batería de propuestas que, solo ahora, vuelven a cobrar urgencia.


Los Estados miembros, por su parte, se acusan mutuamente de no asumir su parte de la responsabilidad y de levantar vallas en un espacio Schengen en el que el mejor valor es la libertad de movimiento y la superación de fronteras interiores.


Ahora, de la mano de la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, François Hollande, la UE empieza a movilizarse.


El próximo 14 de septiembre, los ministros de Interior y Justicia de la UE, se reunirán de forma extraordinaria en Bruselas para abordar la crisis, pero a priori esa cita servirá solo para preparar decisiones concretas en el consejo ordinario de octubre.


Mientras, Juncker prepara un mecanismo permanente de reubicación y una lista común de países de origen seguros.


En noviembre se celebrará también la cumbre con socios africanos clave en La Valeta, donde se abordará cómo cooperar mejor para hacer frente a las redes de traficantes, hacer más eficaces las devoluciones y asistir a los países de origen y tránsito.


Una cuestión que incluirá la asistencia al desarrollo a largo plazo, pero la CE consideró hoy prematuro especular sobre montos de un eventual fondo fiduciario para África, que estaría dotado de unos 1.000 millones, según el semanario alemán 'Der Spiegel'.


El presidente de la CE abordará el reto migratorio y otros en su tradicional discurso del "estado de la Unión" el 9 de septiembre ante la Eurocámara, donde delineará las prioridades de su Comisión para este curso legislativo, a buen seguro con algún que otro toque de atención a los países miembros y menciones a otros desafíos.


El periodo previo a las vacaciones estuvo marcado por la crisis griega y durante el verano el anuncio de la dimisión de Alexis Tsipras y la convocatoria de elecciones anticipadas para el 20 de septiembre han puesto en un "impasse" el arranque del tercer rescate a Grecia en cuanto a la ejecución de las reformas y los ajustes.


Eso sí, un primer tramo de ayuda por parte de sus socios ha dado oxígeno al país hasta después de los comicios.


El problema griego, lejos de estar resuelto, dependerá de quien gane las elecciones y los pactos que tendrán que hacer quienes salgan airosos de las urnas.


El dilema que afronta Grecia no es menor. Si los griegos acometen lo que exigen los socios, para el ciudadano supone un doloroso ajuste, pero sin reformas no recibirán más financiación y el rescate volvería a descarrilar una vez más.


Y si no hay reformas tampoco los socios se van a sentar en octubre a la mesa para discutir un eventual alivio de la deuda, tal y como desea Atenas y reclama el Fondo Monetario Internacional (FMI) para participar en el programa.


La UE tiene otros deberes posvacacionales, como impulsar la agenda para profundizar la unión económica y monetaria, cuyas deficiencias han quedado tan evidentes en las últimas crisis.


A buen seguro, se intensificará además en los próximos meses el debate sobre las reformas en la UE que quiere impulsar el primer ministro británico, David Cameron.


Londres busca el apoyo de sus socios comunitarios a las reformas que promueve, sobre todo en materia de inmigración y justicia, antes de convocar, posiblemente en 2016, el referéndum sobre la permanencia o salida del Reino Unido de la UE.


De esta manera, el nuevo curso político en Bruselas y el conjunto de la Unión Europea empieza fuerte, con retos antiguos y nuevos.

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