Unos turistas se enfrentan a tres meses de cárcel por fotografiarse desnudos en Malasia

Los acusados realizaron las fotografías en el monte Kinabalu, sacudo días después por un terremoto.

Vista general del monte Kinabalu.
Unos turistas se enfrentan a tres meses de cárcel por fotografiarse desnudos en Malasia
Efe

Cuatro turistas se enfrentan a hasta tres meses de prisión en Malasia por fotografiarse desnudos en el monte Kinabalu, sacudido días después por un terremoto que muchos locales achacaron a esa instantánea.


Los acusados -dos canadienses de 23 y 22 años, un holandés de 23 años y una británica de 24- comparecieron esposados y vestidos con uniformes morados ante un juez en Kota Kinabalu, en el estado de Sabah, según la agencia Bernama.


El tribunal ordenó su internamiento al menos hasta el sábado mientras continúan las investigaciones del incidente, ocurrido el pasado 30 de mayo, seis días antes del seísmo que causó 18 muertos en Kinabalu. De ser hallados culpables, los turistas se enfrentan a una multa o hasta tres meses de prisión, o ambas penas.


Los hermanos canadienses y el ciudadano holandés se entregaron este martes a la Policía, mientras que la joven británica fue arrestada ese mismo día por la tarde. El pasado 30 de mayo, diez turistas, incluidos los detenidos, decidieron celebrar que habían llegado a la cumbre del Kinabalu quitándose la ropa y haciéndose fotografías, a pesar de las protestas de su guía local.


La broma quizá no hubiera pasado de una anécdota de poca importancia, pero el 5 de junio un terremoto de 6 grados sacudió la zona y provocó 18 muertos, todos excursionistas y escaladores en el Kinabalu.


El jefe adjunto del estado de Sabah, Joseph Pairin Kitigan, y miembros de la tribu Kadazan-Dusun afirmaron que la indecencia de los turistas enfadó a los espíritus de sus antepasados y desencadenó el temblor. Un consejo de ancianos de la tribu está sopesando si juzgar también a los jóvenes turistas, aunque las penas en este caso se limitarían al pago a base de búfalos, pollos o cerdos, según el diario Borneo Post.


En el momento del seísmo, alrededor de 200 personas escalaban o descendían la montaña de 4.095 metros de altura, la más alta de la isla de Borneo y situada en un parque protegido.


El temblor se prolongó durante un minuto y provocó avalanchas, desprendimientos de rocas y el derrumbe de dos montículos donde se practica la escalada, así como daños en varios edificios en una localidad cercana.