Castañeira: "Me moría de dolor, pero había gente que se estaba muriendo y yo solo podía llorar"

El montañero repatriado de Nepal permanece ingresado en la MAZ para ser atendido de las congelaciones en sus manos.

Castañeira muesta sus dedos con congelaciones a su llegada a la MAZ en Zaragoza, este viernes
Castañeira muesta sus dedos con congelaciones a su llegada a la MAZ en Zaragoza, este viernes
Efe/Toni Galán

El montañero Íñigo Castiñeira, que estaba hospitalizado en Nepal con congelaciones en sus manos cuando ocurrió el terremoto y que ya se encuentra en Zaragoza, ha señalado que llegar a España ha sido "una odisea". El escalador donostiarra se encontraba en Katmandú tras haber realizado un intento fallido al Annapurna donde sufrió las congelaciones, de las fue mínimamente atendido en un hospital en la capital nepalí. Allí vivió el fuerte terremoto.


A su llegada al hospital zaragozano donde está siendo tratado por el doctor Ricardo Arregui, especialista en congelaciones, ha explicado que al principio hubo "muy mala coordinación en la embajada" pero que luego las personas que la representaban se portaron "muy bien".


"Me han dicho que no sabían que estaba allí y que estaba grave y me he sentido un poco aislado los primeros días. Luego, menos mal que he conseguido llegar", ha relatado.


Íñigo Castiñeira ha destacado que le dolió especialmente que cuando su hermana llamó a la embajada el primer día, le dijeron que él no era una persona afectada.


"¿Pero cómo no voy a ser una persona afectada si he llegado a un hospital seis horas antes de la catástrofe y necesito unos tratamientos específicos?", se pregunta.


El alpinista dice entender que en un hospital en el que están tratando a gente "a vida o muerte", él no tuviera preferencia.


"Yo ya les comenté que me moría de dolor. No me daban nada, pero había gente que se estaba muriendo, estaban peor que uno y no te quedaba otra cosa que llorar y aguantarte", ha recordado.


Castiñeira ha indicado que los primeros días tras el terremoto fueron "muy duros" y que luego se fue estabilizando la cosa, pero que lo peor era que no le hacían "ni caso", porque aquello era "un desastre".

El montañero ha llegado a Zaragoza tras aterrizar en Barcelona, con una escala en Praga y varios retrasos, pero ha admitido que este itinerario ha sido mejor que volver por India: "seguro que no estaría aquí ahora".

"Por lo menos estás en Europa y puedes coger vuelos que llegan en dos horas, porque en la India estaría también todo colapsado y teniendo en cuenta cómo está Nepal, que es un país que está patas arriba...", ha opinado.


El himalayista, que ha estado varias veces en Nepal, ha concluido: "es un país que está patas arriba y lo mejor es que a la gente que está allí la saquen cuanto antes".