Indignación en Katmandú durante una visita del primer ministro nepalí

Según los últimos datos oficiales han muerto casi 5.500 personas y otras 11.000 resultaron heridas.

Sushil Koirala, primer ministro nepalí
Sushil Koirala, primer ministro nepalí
AFP

La visita del primer ministro nepalí, Sushil Koirala, a las zonas más afectadas en Katmandú por el terremoto, desencadenó numerosas muestras de indignación y rabia de una población crítica con la respuesta del Gobierno a la tragedia.


Residentes de Basantapur, una de las áreas más golpeadas por el seísmo de 7,8 grados que sacudió el sábado Nepal, descargaron su ira contra Koirala mientras evaluaba los daños junto al jefe del Ejército, Gaurav S.J.B. Rana, recoge hoy el diario local 'Kantipur'.


Un grupo de víctimas rodeó incluso al primer ministro al tiempo que le reclamaba material de ayuda y compensaciones para rehacer sus vidas, tras un terremoto en el que según los últimos datos oficiales han muerto casi 5.500 personas y otras 11.000 resultaron heridas.


Koirala reconoció el lunes que las operaciones de búsqueda, rescate y ayuda no han sido efectivas, debido al corte de las comunicaciones y la falta de preparación de los equipos de emergencia.


El Consorcio de Reducción de Riesgos en Nepal, una entidad en la que participan organismos de Naciones Unidas, calcula que el terremoto ha generado alrededor de 2,8 millones de desplazados internos (la población del país es de 28 millones personas).


Además la misma fuente señaló que en 39 de los 75 distritos de la nación del Himalaya el seísmo destruyó unas 70.000 casas y otras 530.000 resultaron dañadas.


El terremoto ha sido el de mayor magnitud en Nepal en 80 años y el peor en la región en una década desde que en 2005 otro seísmo ocasionara más de 84.000 muertos en Cachemira.