Los aragoneses que están en Nepal se encuentran bien y dispuestos a ayudar

Catorce aragoneses se encuentran en Nepal, en su mayoría en viajes organizados.

Los aragoneses que están en Nepal se encuentran bien y dispuestos a ayudar ante el gran terremoto que ha provocado en el país miles de muertos y heridos y grandes daños en las infraestructuras.


Juan Bazán, de la operadora turística Aragón Aventura, ha dicho que con su empresa están en Nepal unas 25 personas, "unos van y otros vuelven", aragoneses y de otras comunidades que cumplen programas de senderismo y excursiones por el espectacular paisaje de la cordillera del Himalaya.


"Están bien físicamente y sin problemas, según las últimas conversaciones que hemos tenido con ellos", ha dicho Bazán, quien ha señalado que ante la trágica situación que vive el país hay que "tener un poco de paciencia".


Las dificultades más importantes se concentran en el traslado entre ciudades, "pero están bien, sin problemas de ningún tipo y con disposición a ayudar si es necesario", ha reiterado este operador turístico, con gran experiencia en el país del Himalaya.


La partida desde el mítico aeropuerto de Lukla, al que llegan los montañeros para escalar el Everest y otros grandes picos del Himalaya, no ha sido afectado por el seísmo y opera con relativa normalidad, "pero dentro del caos se complican las cosas", ha explicado el representante de Aragón Aventura.


Los numerosos derrumbamientos dificultan el tránsito por las carreteras pero los nepalíes han "sobrevivido a las muchas catástrofes que casi continuamente les afectan", por lo que ha pedido ser solidarios con el país asiático.


"Hay que ser solidarios. Es un país muy abierto y que trata a los extranjeros muy bien", ha añadido Bazán, quien ha emplazado a seguir viajando a Nepal porque su principal fuente de ingresos es el turismo, un sector fundamental para su economía.


Según han señalado fuentes del gobierno autonómico, son unos catorce los aragoneses que se encuentran en Nepal, en su mayoría en viajes organizados, y cuatro de ellos pretenden regresar a España.


Con doce de ellos, las autoridades aragonesas han contactado directamente o bien a través de familiares o de las empresas con las que contrataron los viajes.