La cita de Panamá apuntala el deshielo entre Cuba y EE. UU.

La foto de Castro y Obama es un símbolo de la reconciliación entre dos países que se reconocieron como enemigos durante más de 50 años.

El estreno de Cuba en la Cumbre de las Américas y el histórico encuentro de su presidente, Raúl Castro, con su homólogo estadounidense, Barack Obama, ha despertado entre los cubanos la confianza en el buen rumbo del deshielo con EEUU.


Los medios oficiales cubanos coinciden hoy en destacar el carácter "histórico" de la VII Cumbre de las Américas de Panamá, foro al que Cuba acudió por primera vez y lo hizo representada al más alto nivel por el presidente Castro, protagonista indiscutible de esa cita, desde la perspectiva cubana.


"Para Cuba el balance de la cumbre es ganancia neta y Raúl Castro sale de ella como un triunfador", afirmó el académico y exdiplomático cubano, Carlos Alzugaray.


Para el analista, Castro no solo logró el apoyo unánime de todos los mandatarios del continente, sino que además la cumbre certificó que la isla está "en el centro" de la política exterior de Estados Unidos, país "que ya no habla de un cambio de régimen en Cuba".


A la historia pasará el discurso de Castro en la cumbre, en el que supo combinar la pasión de la retórica revolucionaria al recordar las agresiones de EEUU a la isla, con un tono conciliador hacia Obama, que confirmó la voluntad de Cuba de dialogar sobre todos los temas, y salpicado con mucho sentido del humor.


"Tanto las palabras de Castro como las de Obama enfatizaron la voluntad de Cuba y EEUU de avanzar en el proceso de restablecimiento de relaciones. Y creo que la reunión entre ambos fue un buen impulso a la negociación", subrayó.


Según Alzugaray, lo sucedido en la cumbre consolida "la percepción entre los cubanos de que el proceso de normalización de relaciones con EEUU va en serio, sobre todo entre los más escépticos que no confían en los cambios".


Para el diplomático, la cumbre también ha certificado el papel de "interlocutor honesto" que Cuba puede desempeñar en el continente, en un momento en el que EEUU ha dado un giro hacia América Latina en su política exterior, "centrada cada vez más en el diálogo y menos en las intervenciones militares".


"Para mí es la cumbre del nuevo acuerdo, una especie de 'new deal' del continente, que abre una nueva etapa en las relaciones de la región", explicó.


Los cubanos han seguido con mucho interés la cumbre de Panamá, ya que la televisión estatal ha dado una amplia cobertura de la misma, incluido el discurso íntegro y en directo de Obama, algo insólito en los últimos cincuenta años.


Berta Fernández, una jubilada universitaria de 69 años, afirma estar "muy feliz" con lo ocurrido en la VII Cumbre de las Américas, que "pasará a la historia por ser la primera en la que ha estado Cuba", un debut cuyos resultados fueron "verdaderamente alentadores", dijo.


"Para mí, las expectativas quedaron satisfechas, sobre todo, el ver hecho realidad un encuentro entre los presidentes de Cuba y EEUU, algo que parecía impensable pero necesario para terminar con más de cincuenta años de una discordia inútil que solo ha traído separaciones familiares y carencias a los cubanos", precisó.


Para la oficinista Carmen González, de 37 años, esta Cumbre dejó un sabor a "dulce optimismo" de cara al futuro de Cuba, donde quisiera "ver más prosperidad y una vida con menos sobresaltos y más esperanza para nuestros hijos".


Mayelín Roig, trabajadora por cuenta propia en un negocio de cosmética, dijo que tras ver a Raúl y Obama sentados conversando uno al lado del otro, se sintió "contenta y confiada" de que "poco a poco quede atrás una época que ha marcado a los cubanos, cada día más necesitados de un respiro, de un cambio transformador del día a día que a veces agobia".


La expectación sobre la cumbre ha sido tal que el diario oficial "Granma", portavoz del Partido Comunista de Cuba lanzó una edición especial en la que destaca en portada el carácter histórico del evento, acompañado con la foto de familia de todos los mandatarios del continente.


Hay que pasar la página del rotativo, para ver la instantánea del encuentro entre Raúl Castro y Obama, símbolo de la reconciliación entre dos países que se reconocieron como enemigos durante más de 50 años y el punto final del último conflicto de la Guerra Fría en el continente.