​El suicidio de un político en Francia reabre el debate sobre "juicios paralelos"

?Germain se disparó en la cabeza con una escopeta de caza en el garaje de su casa.

Jean Germain, el político fallecido
?El suicidio de un político francés reabre el debate sobre "juicios paralelos"
AFP

El suicidio del senador socialista y exalcalde de Tours Jean Germain, cuando iba a comenzar su juicio por malversación de fondos en el caso de las "bodas chinas", ha reabierto el debate en Francia sobre los juicios paralelos de la opinión pública, especialmente contra políticos.


Con el suicidio hace 22 años del exprimer ministro francés Pierre Bérégovoy en la memoria, Francia lamenta la muerte de un personaje muy popular en su ciudad natal, de la que fue alcalde durante casi dos décadas hasta el año pasado.


Germain se disparó en la cabeza con una escopeta de caza en el garaje de su casa, pero antes dejó una carta en la que se mostraba consciente del daño que iba a causar a sus seres queridos y en la que defendía su inocencia.


"No podemos dejar que la caza sistemática de políticos prosiga con normalidad a diario", escribió en la misiva, revelada por los medios franceses.


La desazón de Germain tenía su origen en el pintoresco caso de las llamadas "bodas chinas", una iniciativa turística del regidor por la que parejas chinas contraían enlace ficticio en esta ciudad ribereña del Loira, conocida por su catedral gótica.


Entre 2007 y 2011 decenas de turistas chinos vivieron su luna de miel en Tours y sus alrededores tras ser "casados" por el alcalde, ataviado con la pertinente banda tricolor.


Detrás de las "bodas chinas" estaba Lisa Han, una joven de origen taiwanés residente en Tours, quien fue contratada por el alcalde como enlace con China, y que es la principal acusada, junto a su marido, de haber propiciado la malversación de fondos públicos que se le achacaba, en calidad de cómplice, a Germain.


Germain fue imputado en 2013, meses después de Han, y sufrió desde entonces una fuerte presión tanto desde la oposición como de los medios de comunicación, lo que ha hecho que se compare su caso con el de Bérégovoy, que se quitó la vida en 1993 tras ser acusado de recibir dinero de un empresario encarcelado por corrupción.


"Hay seres, entre los cuales me encuentro, para quienes la injusticia y el deshonor son insoportables. Estad seguros de que jamás desvié un céntimo", dejó escrito Germain en su carta de despedida.

En ella, además, se mostraba seguro de que el fiscal iba a pedir una pena de prisión firme contra él "por motivos políticos".


La clase política reaccionó con estupor a la noticia, como el presidente del país, François Hollande, que consideró que Germain se quitó la vida "para que su honor no se manchase".


Su sucesor y adversario político, el conservador Serge Bavary, que le batió en las urnas el año pasado cuando aspiraba a un cuarto mandato, recordó que Germain estaba "abrumado por lo que consideraba una injusticia".


"La idea de las bodas chinas fue buena al principio y yo la apoyé. Pero lo que pasó después fue lo que le afectó", señaló el actual regidor en declaraciones a la prensa.


Y el más contundente de todos fue el presidente del Senado, Gerard Larcher, en su intervención ante la cámara Alta: "Jean Germain se sintió condenado antes incluso de haber sido juzgado. Un personaje público tiene todo el derecho a que se respete su dignidad, al igual que todos los ciudadanos".