Las fuerzas iraquíes expulsan al EI de la ciudad de Al Dur

Las operaciones para tomar el control de la ciudad participaron tropas regulares y milicianos chiíes y tribales, respaldados por la aviación iraquí.

Las fuerzas iraquíes lograron expulsar a los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) de la localidad de Al Dur, próxima a la ciudad de Tikrit, el principal objetivo de la ofensiva militar iniciada el pasado lunes.


Una fuente de seguridad de la provincia de Saladino, cuya capital es Tikrit, informó de que en las operaciones para tomar el control de Al Dur participaron tropas regulares y milicianos chiíes y tribales, respaldados por la aviación iraquí.


Tras un intenso bombardeo aéreo y con artillería y cohetes katiusha, el ejército y los milicianos entraron después del mediodía en la localidad, situada a tan solo 25 kilómetros al este de Tikrit, y recuperaron un aeródromo cercano.


Las tropas todavía tienen que hacer frente a algunos pequeños focos de resistencia por parte de yihadistas, pero la mayoría de los combatientes del EI huyeron con su familias antes de que entraran las fuerzas gubernamentales.

La fuente destacó también que se ha izado la bandera iraquí en los edificios gubernamentales de Al Dur, y que los artificieros han comenzado a desactivar las bombas colocadas por los extremistas en viviendas y vehículos.


Decenas de cadáveres de yihadistas aún se encuentran en callejones de la ciudad, que las tropas tienen cercada totalmente para impedir la entrada de otros miembros del EI.


Al Dur era uno de los blancos prioritarios de la actual campaña, y ya ayer fuentes de seguridad revelaron que las tropas se encontraban a tres kilómetros al este de la localidad.


Las fuerzas gubernamentales se preparan para irrumpir en Tikrit cuando se terminen las operaciones en Al Dur, Al Alam y Al Buayil, todas al este de la capital provincial.


La provincia de Saladino se caracteriza por su importancia estratégica al limitar con otras siete regiones, ser la primera productora de trigo del país y acoger la mayor refinería de petróleo de Irak, además de la tumba del fallecido dictador Sadam Husein.


La escalada de la violencia en esta zona, sobre todo en Al Dur, ha forzado el desplazamiento de unas 4.000 familias, según anunció hace dos días la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).


Estas personas han buscado refugio en el distrito de Samarra, también en Saladino pero en manos de las autoridades, y necesitan ayuda humanitaria urgente, sobre todo comida, agua y medicamentos.


Por el momento se alojan en edificio públicos, mezquitas e inmuebles inacabados, aunque hay planes para levantar dos campos de acogida para los desplazados internos.