​'La niña afgana' del National Geographic reaparece

?Islamabad la acusa de aportar documentos falsos para vivir ilegalmente en el país.

Sharbat Gula en una imagen de archivo.
​'La niña afgana' del National Geographic reaparece
Efe

Cuando aquel día de 1984 el legendario Steve McCurry disparó su cámara para fotografiar a una niña afgana, no se imaginó que aquella imagen iba a ser todo un icono que diera la vuelta al mundo. La foto, que ocupó la portada del National Geographic, se convirtió en el retrato más conocido de la revista en 114 años de historia. La mirada de esa niña de impresionantes ojos verdes hablaba del desastre y la devastación que acarreaba la invasión soviética de Afganistán. Tres décadas después, aquella niña es una mujer de 45 años con tres hijos, se llama Sharbat Gula y es otra vez noticia. Sigue siendo una refugiada en Pakistán, pero además ahora ha sido acusada de vivir ilegalmente en el país con documentos falsos.


Los funcionarios de Pakistán están irritados con Sharbat Bula. Sospechan que se ha valido de sus contactos o del soborno para obtener papeles, que consiguió en apenas un día. El documento en cuestión es la Tarjeta Computarizada de Identidad Nacional (CNIC, por sus siglas en inglés). Según la versión de los trabajadores paquistaníes, Gula solicitó un documento para ella y dos de sus hijos a nombre de Sharbat Bibi en la ciudad de Pashawar en abril del año pasado. Las autoridades han tomado cartas en el asunto y suspendido disciplinariamente al trabajador que le dio la tarjeta. No es el primer caso. En apenas dos meses unos cuarenta funcionarios han sido sancionados por despachar documentos de ciudadanía a afganos, que huyen de su país a causa de los interminables conflictos que asolan su patria.


De acuerdo con la versión de Islamabad, son miles los refugiados afganos los que se afanan por conseguir uno de estos preciados documentos de identidad, unos papeles que solo están autorizados a tener los paquistaníes. No son pocos los que acceden a ellos aportando títulos falsos, según dijo a la agencia AFP Faik Ali Chachar, portavoz del registro civil de Pakistán. Un periodista de ese medio preguntó por ella en un barrio pobre de Peshawar, que la demandante de la tarjeta indicó como su domicilio, y le dijeron que había vivido allí con su marido, pero que se había marchado hace un mes.


Los afganos son ya una comunidad populosa en Pakistán, donde se hacinan tres millones de refugiados que han desertado de la convulsa y azarosa historia de un país que vive en guerra constante desde 2001.


Cuando Steve McCurry la retrató en 1984 Sharbat era una niña huérfana y asustadiza de 12 años a quien nunca nadie había fotografiado. En medio de un mar de tiendas, bajo una luz tenue, McCurry atisbó el rostro de una niña tímida.


La convenció para que posara e hizo una foto que sería memorable, aunque salió publicada casi por casualidad. El director del National Geographic la eligió en contra criterio del editor gráfico, que apostaba por otra imagen en la que la niña se tapaba la cara. La mirada de la muchacha era elocuente y en ella se encarnaba toda la crudeza de la situación en que vivían los refugiados afganos. Desde entonces nada se sabía de ella, hasta que en 2002 el mismo fotógrafo estadounidense la buscó de nuevo. Poco después de fotografiarla por primera vez se había casado y marchado a vivir a una remota aldea de Afganistán. Steve McCurry la volvió a retratar, esta vez con burka, oculta de pies a cabeza en su ese atuendo que es una prisión. No obstante, Sharbat accedió a descubrir su cara.