Alto el fuego en Saná entre el Gobierno y los hutíes

El Ministerio yemení del Interior anunció un alto el fuego entre las fuerzas gubernamentales y los combatientes del movimiento chií de los hutíes, tras una reunión mantenida entre representantes de ambas partes.


Según la agencia estatal de noticias Saba, el cese de las hostilidades, que habían llegado a la puerta del palacio presidencial, se decretó a partir de las 16.30  en diferentes zonas de Saná aunque, comenzó pasadas las 17.00.


En un comunicado, el ministro yemení del Interior, el general Yalal Rowaishan, confirmó el alto el fuego a partir de esta tarde entre las milicias chíies y la fuerzas gubernamentales yemeníes en los alrededores del palacio presidencial.


El acuerdo se alcanzó durante una reunión en la que estuvieron presentes, además de Rowaishan, el ministro de Defensa, el general Mahmud Subaihi, el comandante de las Fuerzas Especiales de Seguridad (pro-hutí), el general Abdulrazak al Mrona, y dos líderes hutíes, Mahdi al Mashat y Salah al Samad.

El movimiento chií controla desde septiembre pasado la capital yemení y su provincia, así como otras seis regiones del país.


Ante el incremento de la inestabilidad, el presidente yemení, Abdo Rabu Mansur Hadi, ordenó ayer al Ejército proteger Saná.


Esta decisión fue adoptada después de que los hutíes secuestraran el sábado al director de la oficina del presidente, Ahmed Auad Mubarak, y amenazaran con otras acciones similares.


La expansión militar de los rebeldes forzó en septiembre pasado la formación de un nuevo Gobierno en Yemen y la firma de varios acuerdos con la Presidencia para poner fin al conflicto.


Sin embargo los hutíes, que ya se alzaron en armas contra las autoridades en varias ocasiones entre 2004 y 2010, no han respetado el punto que exige la retirada de sus milicianos de las ciudades.


Actualmente reclaman una mayor participación en el poder, un pacto contra la corrupción, la aplicación de los acuerdos de septiembre y el cese del actual proceso para aprobar una nueva Constitución, cuyo borrador establece seis regiones en vez de las dos que ellos exigen.