​Italia recibe un nuevo barco abarrotado de inmigrantes y abandonado a la deriva

Unas 450 personas a bordo de un mercante podrían haber sido abandonadas por traficantes.

Las autoridades italianas se hicieron este sábado cargo de un nuevo barco con centenares de inmigrantes y cuyo rumbo, al parecer, había sido fijado hacia Italia, lo que ocurre por segunda vez en el plazo de una semana. Los inmigrantes a bordo del mercante "Ezadeen" podrían haber sido abandonados por los traficantes que gestionaron su viaje hacia las costas europeas desde un punto de partida aún desconocido con precisión, aunque podría haber salido desde Turquía.


El carguero había sido abandonado en aguas del mar Jonio con unas 450 personas a bordo e intervenido esta mañana por las autoridades marítimas italianas y está previsto que llegue al puerto italiano de Corigliano Calabro (sur) en torno a la medianoche. "Mercantile Ezadeen con 450 inmigrantes a bordo se dirige ahora hacia Corigliano Calabro por las adversas condiciones meteorológicas. Tiene previsto llegar a las 24.00", informó la Guardia Costiera (guardacostas).


La nave, identificada como "Ezadeen" y al parecer matriculada en Sierra Leona, fue hallada esta mañana abandonada por su tripulación a 40 millas (70 kilómetros) del Cabo de Leuca (Lecce, sur de Italia). Seis miembros del cuerpo de guardacostas tomaron su control y la dirigieron a la velocidad de tres nudos (seis kilómetros por hora) hacia el puerto calabrés de Crotona.

No obstante, el fuerte oleaje en esta zona del mar Jonio hizo que las autoridades responsables de la operación hayan desviado la ruta hasta el puerto de Corigliano Calabro, en el interior del Golfo de Taranto.


El barco fue avistado por un avión de la Marina la pasada noche, informó el capitán de navío de la Guardia Costiera, Filippo Marini, en declaraciones al canal de televisión "Sky".

Cuando las autoridades portuarias de Italia entraron en contacto con el barco -explicó Marini- la única respuesta que obtuvieron fue de una mujer que dijo "estamos solos" ya que, al parecer, la tripulación había abandonado la nave.


Sobre el número de pasajeros, Marini apuntó a que se encuentra entre las 400 y 450 personas, entre ellas una treintena de mujeres y algunos niños. En relación con el origen de la nave, la fuente informó de que procede de un puerto turco aunque no especificó de cuál.


Los Guardacostas habían alertado previamente de que el buque corría "peligro de una catástrofe" ante la posibilidad de que el barco se estrellara contra las rocas de la costa, según los medios italianos. En la operación de ayuda participa la patrullera islandesa "Tyr", en misión del Frontex de la Unión Europea (UE).


Este suceso se produce dos días después de que otro barco cargado con 796 inmigrantes llegara al sur de Italia con su motor bloqueado y con el rumbo fijado hacia las costas de este país. El "Blue Sky" había lanzado el martes una llamada de auxilio cerca de la isla griega de Corfú, en el Adriático, y llegó durante la madrugada del miércoles a Gallipoli (sureste de Italia).


A su llegada al puerto 130 personas fueron enviadas a hospitales de la provincia de Lecce y ninguno de ellos presentó condiciones de salud grave, aunque muchos presentaban síntomas de hipotermia. El resto de los inmigrantes fueron conducidos a varias escuelas municipales, donde fueron atendidos por la Cruz Roja italiana y Protección Civil.

Las autoridades italianas confirmaron que no se encontraron armas a bordo, en contra de las primeras informaciones sobre el buque cuando se informó de que navegaba a la deriva hacia Italia.


Un hombre, presunto traficante de los inmigrantes, fue detenido y las investigaciones sobre este caso son responsabilidad de la fiscalía de Lecce, que coordina un grupo contra inmigración clandestina con fuerzas de los Carabineros, la Capitanía del puerto de Gallipoli, la Guardia de Finanzas y la policía.


La llamada de auxilio desde el buque se produjo en una zona marítima cercana al lugar en el que sucedió el domingo el siniestro del ferri italiano "Norman Atlantic", en el que al menos fallecieron once personas aunque se sospecha de que pueda haber varias decenas de desaparecidos. Este ferri llegó este sábado al puerto italiano de Brindisi, en una semana en la que las aguas en torno a la península italiana, especialmente al sur y sureste del país, registraron duras condiciones que dificultaron tanto el rescate del transbordador como el de los barcos cargados con inmigrantes.