El Gobierno chino confirmó este miércoles que el periodista mongol Hada, defensor de esa minoría étnica en el país asiático, ha sido puesto en libertad después de pasar casi dos décadas en prisión y cuatro años después de que terminara su primera condena.

"El último castigo (contra Hada) de cuatro años, que limitaba sus actividades políticas, terminó el 9 de diciembre", afirmó este miércoles un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Hong Lei, en una rueda de prensa en Pekín.

Hada, uno de los presos políticos más veteranos de China, fue puesto en libertad el martes en Hohhot, la capital de la Región Autónoma de Mongolia Interior (norte), tras casi veinte años de encierro.

El periodista, de 56 años y quien nunca admitió su culpabilidad, finalizó en diciembre de 2010 una condena de 15 años de prisión acusado por el régimen chino de "espionaje y separatismo", pero tras su liberación continuó bajo vigilancia de las autoridades y acabó siendo condenado a un periodo de castigo de otros cuatro años.

Pese a haber cumplido ya su condena, durante los últimos cuatro años se limitaron sus actividades políticas y sus abogados y familiares denunciaron que siguió en prisión y que estaba detenido ilegalmente.

En una carta que publicó el abogado de Hada, de apellido Hasi, a través de "Human Rights in China" en enero de 2013, el letrado acusó a la Policía de falsificar pruebas contra la mujer del periodista, Xinna, y también contra su hijo Uiles, lo que derivó en la acusación del detenido de "posesión ilegal de drogas".

El portavoz de Exteriores chino no quiso dar más detalles sobre lo ocurrido con Hada, y aseguró que es algo "totalmente legal y justificado", y que "el Gobierno gestiona este caso de acuerdo a la ley".

Por su parte, la esposa de Hada y su hijo han denunciado estos años el acoso sufrido por parte del régimen chino desde el encarcelamiento del periodista y que también han entrado y salido de prisión en varias ocasiones, lo que ha llevado al casi empobrecimiento de la familia.