Los tesoros ocultos de Kim

Crean una web para fomentar la llegada de turistas extranjeros.

Corea del Norte quiere abrirse al mundo. Pero como el tema que popularizó Frank Sinatra, tiene que ser a mi manera. Bueno, a la suya.


No puede ser de una forma normal, con unas negociaciones con el archienemigo surcoreano, el satán estadounidense, y bajo el auspicio del amigo íntimo chino y de los rusos, nuevos candidatos a que el país más hermético del mundo mantenga una nueva y fluida relación. Kim Jong-un prefiere optar por los golpes de clic para dar su mejor cara.


Eso,ayer. Mañana quién sabe. El caso es que el Gobierno de Corea del Norte inauguró una nueva web para convencer al mundo de las bondades de su país, de los atractivos turísticos que ofrece al visitante extranjero -sí, sí, al occidental también- y de la simpatía de su buena gente. Una página (www.dprktoday.com) que quiere atraer el mayor número de turistas posibles al país, según informó la agencia surcoreana Yonhap.


La web coloca, evidentemente, todos los logros que ha conseguido el treintañero dictador en sus años al frente del país. Aparecen torres de la justicia -entiéndase en el contexto norcoreano-, arcos del triunfo, niños felices, viviendas de corte soviético, fábricas, empresas de última generación -en teoría- y cohetes. Corea del Norte no pierde la ocasión para exhibir parte de su poderío militar. Para evitar malentendidos. También muestra su estación de esquí, la Torre Juche -el monumento para honrar a la teoría política fundada por Kim Il-sung, padre de Corea del Norte-, delfines, fútbol, violinistas, masas de personas aclamando al líder y parques de atracciones. Todo muy bucólico y muy bonito para atraer a más turistas de los países amigos y algún extranjero despistado.


Ocho de cada diez visitantes son chinos. Unos dos mil extranjeros acuden anualmente al país, aunque con unas estrictas condiciones que hay que cumplir. Los surcoreanos, por ejemplo, deben obtener tanto el permiso de su Gobierno como el de los vecinos. Los estadounidenses tampoco tienen trabas, salvo para algunos actos. Por ejemplo, para los actos en honor de de Kim Jong-il -padre del actual dictador-, los norteamericanos no podrán viajar al país durante una semana en febrero del próximo año. Cosas de Kim Jong-un, que en su 'reinado' ha dado muestras de una política errática.


Hace un año se reunió en Pyongyang con el presidente de Mongolia, Tsakhia Elbegdorj, un hecho sin precedentes. También intenta, alguna vez, negociar con el Sur. Cuando sus acólitos no llaman "zorra caprichosa", "prostituta política repugnante" o "infeliz títere de Estados Unidos y traidora de la patria" a Park Geun-hye, presidenta de Corea del Sur, están negociando un deshielo. Cosas de Corea del Norte.