Francia investiga el vuelo de una decena de drones sobre varias centrales nucleares del país

Greenpeace y otras asociaciones ecologistas han negado toda implicación en estos hechos.

Las autoridades francesas investigan el sobrevuelo de una decena de centrales nucleares por drones no identificados durante las tres últimas semanas. Greenpeace y otras asociaciones ecologistas han negado toda implicación en unos hechos que desde su punto de vista ponen en tela de juicio la seguridad de las instalaciones. El Gobierno ha descartado el riesgo de atentado.


Los dos últimos sobrevuelos se produjeron el jueves por la noche después de que las autoridades anunciaran que habían tomado cartas en el asunto. Una de las centrales sobrevoladas fue la de Golfech (Tarn y Garona), la más cercana a España, situada a 180 kilómetros de la frontera aragonesa. "Los ingenios no fueron neutralizados pues no representaban una amenaza directa", declaró un portavoz de la Gendarmería.


Horas antes de los nuevos incidentes, el Ministerio del Interior había afirmado que los sobrevuelos no suponen "ningún peligro para la seguridad" de las centrales nucleares, concebidas para "resistir sacudidas sísmicas de fuerte magnitud o el impacto de aviones de línea". "Todas esas intrusiones de drones de pequeño tamaño han sido detectadas y eso es lo principal", relativizó un portavoz ministerial.


El Ejército del Aire, responsable de vigilar el espacio aéreo de las instalaciones atómicas, afirmó que los aparatos avistados por los testigos son minidrones de venta en los comercios. Según un especialista consultado por el diario Le Figaro, resulta «ilusorio pensar que un dron que puede levantar como mucho una carga de tres kilos sea capaz de alcanzar el corazón de una central».


Fuentes de la Gendarmería evocaron la hipótesis de una operación de comunicación preparada por grupos antinucleares. "Greenpeace actúa siempre a cara descubierta", objetó la organización al recordar que cuando uno de sus militantes sobrevoló en 2012 la central de Bugey con un ultraligero llevaba desplegada una gran vela con su logo. "Lo mismo ocurrió con el sobrevuelo de la planta de La Hague el mismo año. Y colgamos los vídeos en YouTube", agregó.En los tribunales


La compañía eléctrica EDF, que ha denunciado los hechos ante los tribunales, asevera que las intrusiones no han tenido ninguna consecuencia sobre el funcionamiento ni la seguridad de sus instalaciones. Pero las asociaciones ecologistas hablan de una acción concertada con la que "EDF queda totalmente ridiculizada y la pretendida seguridad nuclear, atomizada".


El sobrevuelo de las centrales está prohibido en un perímetro de cinco kilómetros y de mil metros de altitud. Está penado con hasta un año de prisión y 75.000 euros de multa.