El primer ministro palestino visita la Explanada de Mezquitas ante la creciente tensión

El principal motivo de la visita ha sido dejar patente el interés de la Autoridad Palestina.

Rami Hamdalah en una foto de archivo
El primer ministro palestino visita la Explanada de Mezquitas ante la creciente tensión
Efe

El primer ministro del Gobierno de unidad palestino, Rami Hamdalah, visitó este lunes la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén, en medio de la creciente tensión entre extremistas judíos y musulmanes en ese lugar sagrado.


"Israel no puede tener carta blanca en Al Aqsa ni los colonos pueden tenerla tampoco", aseguró el líder de Gobierno palestino de reconciliación nacional.


Según medios locales, el principal motivo de la visita fue dejar patente el interés de la Autoridad Palestina por mostrar su presencia en la ciudad santa para cristianos, judíos y musulmanes.


"La Autoridad Palestina no está sólo interesada en preservar la santidad del lugar, sino también en el derecho a la libertad de culto del pueblo palestino. Queremos hacer saber a las autoridades israelíes que Jerusalén no pertenece a una minoría", dijo el mandatario durante su visita.


La Explanada de las Mezquitas, situada en la Ciudad Vieja de Jerusalén, alberga en su recinto las mezquitas de la Cúpula de la Roca y la de Al Aqsa, considerada el tercer lugar más sagrado del Islam.


A sus pies está el llamado Muro de las Lamentaciones, último vestigio del Segundo Templo destruido hace 2.000 años por el Ejército romano y el lugar más sagrado para el judaísmo.


Grupos extremistas y ultranacionalistas judíos presionan desde hace años al Gobierno para que cambie el statu quo del lugar y construya sobre su cima el "tercer templo".


Recientemente, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, responsabilizó a "palestinos extremistas" de los frecuentes enfrentamientos, en respuesta a una declaración previa del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien condenó "las repetidas provocaciones contra los lugares sagrados que tan sólo inflaman la situación".


El Gobierno jordano, que tiene autoridad sobre el recinto, advirtió de que "actuará con firmeza ante la escalada israelí contra los lugares sagrados en Jerusalén, lo que podría llevar a una guerra religiosa y al extremismo en la región".


Netanyahu volvió a insistir este lunes en que su Gobierno "no tiene interés" en cambiar ese statu quo.


La tensión ha aumentado en la ciudad santa desde que a principios de julio pasado radicales judíos quemaran vivo a un adolescente palestino en Jerusalén Este en venganza por el asesinato a manos de exconvictos del movimiento islamista Hamás de tres estudiantes israelíes cerca de una colonia en Cisjordania.


Una tensión que se disparó con la guerra en Gaza y con la decisión israelí de impedir a los menores de 50 años acceder a la explanada para rezar.


El miércoles, un kamikaze palestino mató a dos personas -entre ellas un bebé de tres meses- al intentar arrollar a un grupo de pasajeros que esperaban en una de las paradas del tranvía, en la zona que divide la zona oeste de la este, cuya anexión en 1967 no reconoce la comunidad internacional.