La ruptura del diálogo mantiene la incertidumbre en Hong Kong

Los grupos leales a Pekín contra los manifestantes deja en la incertidumbre una solución negociada.

La ruptura del diálogo con el Gobierno por parte de los estudiantes de Hong Kong a causa de los ataques de grupos leales a Pekín contra los manifestantes deja en la incertidumbre la búsqueda de una solución negociada a las protestas prodemocráticas.


"Son el Gobierno y la Policía quienes rompen el diálogo", afirmó en un comunicado la Federación de Estudiantes, que denunció que las autoridades se desentendieron este viernes de los actos violentos contra los manifestantes protagonizados por algunos grupos, por lo que "ahora deben atenerse a las consecuencias".


La decisión de la Federación, una de las organizaciones promotoras de la movilización, llega menos de 24 horas después de que aceptó la propuesta del jefe del Ejecutivo de Hong Kong, Cy Leung, de sentarse para iniciar un diálogo político a fin de alcanzar una solución a las protestas a favor de más libertades democráticas para la ciudad.


En el mismo comunicado, la Federación de Estudiantes anunció que pedirá oficialmente una reunión con la "número dos" del Gobierno, Carrie Lam, tras acusar a la policía y al gobierno de pasividad ante los ataques contra los manifestantes durante toda la tarde de este viernes en Mong Kok, una de las cuatro zonas donde permanecen acampados desde el pasado sábado.


La Federación de Estudiantes vuelve a poner en su lista de prioridades el cese o dimisión de Leung, pese a que ayer este anunció que no lo hará, aunque sí abrió la puerta al diálogo con los estudiantes para poner fin a la tensa situación política que se vive estos días en la excolonia británica.


En esta sexta jornada de protestas, se produjeron momentos de tensión después de que numerosos grupos de ciudadanos antiprotestas atacaron a los manifestantes en la zona de Causeway Bay y en Mong Kok, dos de los barrios más populosos de la ciudad y con una elevada actividad comercial.


Según pudo constatar Efe, casi un millar de ciudadanos acorralaron a un centenar de estudiantes en Mong Kok, y trataron de desmontar sus tiendas colocadas en la calle, y a medida que pasaban las horas vieron como cientos de manifestantes venían en su apoyo.


La Policía estableció un cordón de seguridad para contener a los ciudadanos que pretendían arremeter contra los jóvenes.


Sin embargo, los agentes se vieron sobrepasados en numerosas ocasiones, los que provocó el caos tanto entre los estudiantes como entre aquellos y que trataban de atacarlos.


Según han criticado los estudiantes y miembros de la manifestación prodemocrática, les lanzaron botellas de agua y las autoridades "no hicieron nada".


Los enfrentamientos pueden haber causado algunos heridos leves, según la Federación de Estudiantes, que colgó varias fotos en las redes sociales, en las que se puede ver a algunos manifestantes con heridas en la cabeza producidas, tal vez por el impacto de alguna botella.


Un joven relató al diario 'South China Morning Post' que un grupo le tiró al suelo y le pegó ante la pasividad de los agentes, a los que dijo que piensa denunciar por su actitud.


Benny Tai, cofundador de la organización Occupy Central -principales en el movimiento- ha asegurado que se ha tratado de ataques organizados por el régimen.


Esta teoría fue este viernes compartida por muchos jóvenes en las manifestaciones, que han demostrado un comportamiento pacífico durante estos seis días de movilizaciones.


"Apenas hay suficientes policías para tanta gente descontrolada y no nos están ayudando mientras nos están insultando, acosando, nos han tirado botellas de agua y han tratado de agredirnos", dijo a Efe Lie Hu, de 24 años.


Según Hu, muchos de los ciudadanos antiocupación han llegado a la zona en autobuses fletados desde la frontera con la ciudad china de Shenzhen por "el Gobierno de Pekín, que les ha pagado para estar aquí".


"Llegaron de la nada, son gente pagada por el Gobierno, no son de aquí, no hablan bien cantonés (variante del idioma chino que se habla en Hong Kong)", explicó a Efe una joven de 26 años llamada Cynthia, integrante del movimiento prodemocrático.


La sexta jornada de manifestaciones concluyó con tintes violentos que vuelven a dejar en el aire el final de este enfrentamiento iniciado por estudiantes que recibieron el apoyo de miles de ciudadanos enfadados después de que la policía trató de disuadirles el pasado sábado empleando gases lacrimógenos.


En opinión de Martin Lee, uno de los fundadores del Partido Democrático de Hong Kong y prominente figura en el desarrollo democrático de la isla, "las escenas violentas de este viernes son tácticas comunistas para utilizar a la gente contra la gente y eliminar a aquellos que no les gustan", y auguró que se conseguirá todo lo contrario: más gente en las calles.