Polémica en Canadá por el trato "aristocrático" dado a Barroso y Van Rompuy

Los partidos de la oposición denunciaron el elevado coste del reciente viaje a Toronto.

Partidos políticos y organizaciones sociales de Canadá criticaron este lunes el trato "aristocrático" y el elevado coste del reciente viaje a Toronto de los presidentes de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, y el Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, "para hacerse una foto".


Los partidos de la oposición denunciaron este lunes en el Parlamento que los contribuyentes pagasen alrededor de 500.000 dólares para transportar a los líderes europeos de Ottawa a Toronto y de Toronto a Bruselas para que el primer ministro canadiense, Stephen Harper, pudiese fotografiarse con ellos ante empresarios.


Barroso y Van Rompuy asistieron el pasado viernes en Ottawa a la llamada "cumbre" Canadá-Unión Europea (UE) con la que Harper celebró, por segunda vez en pocos meses, la finalización del texto del acuerdo de libre comercio entre Canadá y UE.


Tras una reunión de menos de una hora y una conferencia de prensa, Van Rompuy, Barroso y Harper se desplazaron a Toronto para un evento con líderes empresariales.


El acto, celebrado en uno de los hoteles más exclusivos de Toronto, duró alrededor de una hora, y después los dos líderes europeos viajaron de vuelta a Europa.


Pero este lunes se supo que Harper decidió que el viaje de regreso de Barroso y Van Rompuy a Europa se hiciese en un Airbus del Gobierno canadiense como "cortesía" a los líderes europeos, con un coste de 500.000 dólares.


Según explicó el Gobierno canadiense, Barroso y Van Rompuy perdieron su vuelo de regreso en un avión comercial para poder asistir con Harper al evento en Toronto.


Los partidos de la oposición cuestionaron la visita a Toronto de los tres líderes, especialmente porque la "cumbre" había concluido en Ottawa.


El diputado del socialdemócrata Partido Nuevo Democrático (PND) Charlie Angus afirmó en el Parlamento que "a los contribuyentes canadienses les ha costado 500.000 dólares la fotografía", al mismo tiempo que Harper recorta servicios para veteranos, ancianos y otros ciudadanos.


La organización conservadora Federación Canadiense de Contribuyentes, que fue invitada al evento en Toronto, también expresó su malestar por lo que calificó como "desperdicio".

El director de la organización, Greg Thomas, criticó que se "diera a los funcionarios europeos un trato aristocrático".


La televisión pública canadiense, CBC, desveló que el viaje a Toronto fue añadido por Harper cuatro días antes de la "cumbre", y que el primer ministro canadiense calificó la visita como "equivalente" a la de integrantes de la familia real británica.


Pese a que el mandatario canadiense consideró la cumbre y la presencia de Barroso y Van Rompuy de "gran significado", el Gobierno canadiense solo notificó del programa de la reunión 12 horas antes del inicio de la visita.


Ningún periodista europeo viajó conBarroso y Van Rompuy a Canadá para cubrir la "cumbre" y, en el evento de Toronto, aparte de un puñado de cámaras de televisión, solo un periodista asistió a cubrir el encuentro con los empresarios.