Israel bombardea una escuela y mezquitas

En los últimos quince días, los bombardeos han matado a más de 630 personas.

Ban Ki-Moon expresa la "vehemente condena" contra el ataque israelí
Israel bombardea una escuela y mezquitas
Efe

 El Ejército israelí bombardeó este martes en Gaza las sedes de dos medios de comunicación, varias mezquitas y una escuela de la ONU utilizada como refugio de civiles mientras la diplomacia volvió a moverse entre El Cairo, Jerusalén, Doha y Ramala en busca de un alto el fuego.


Tras quince días de intensos y reiterados bombardeos que han segado la vida de más de 630 personas -en su mayoría civiles palestinos- y destruido más de 300 edificios y viviendas, el Ejército israelí apuntó sus cañones contra una escuela de la ONU en el centro sur de Gaza.


Testigos confirmaron que no hubo que lamentar víctimas ya que el director de esta escuela, en la que estaban refugiadas mil personas, había ordenado el desalojo horas antes debido al deterioro de las condiciones de seguridad por la presencia sobre el terreno de las tropas israelíes.


El impacto, que destruyó uno de los edificios principales, se produjo apenas diez minutos después de que personal humanitario internacional de la UNRWA saliera de la instalación.


De madrugada, la aviación israelí ya había reducido a cascotes la mezquita de los "Mártires de Al Aqsa", construida en el centro de Gaza tras la segunda Intifada palestina, escasas horas antes de que los fieles se reunieran para la oración del alba.


También en el centro de Gaza, un edificio civil de varias plantas fue objetivo de la aviación israelí, una acción que Israel considera legitima pero que contraviene el derecho internacional humanitario, como ha advertido la ONU y organizaciones israelíes de defensa de los derechos humanos.


En el último piso del edificio, que recibió el impacto de aviso, estaban las sedes de la cadena de televisión por satélite catarí Al Yazira y de la agencia de noticias estadounidense AP, y no hubo que lamentar víctimas.


Sentados enfrente junto a sus compañeros, con el casco y el chaleco puesto, uno de los reporteros explicó que "nos han dicho que fue un error, pero que en cualquier caso era mejor que no nos volviéramos a acercar".


El informador, que prefirió no identificarse, subrayó, además, "la coincidencia del ataque" con una recientes declaraciones del ministro israelí de Asuntos Exteriores, Avigdor Lieberman, en contra de Catar, país donde vive refugiado Jaled Meshal, líder de Hamás.


El inmueble fue uno de los 187 "blancos terroristas" -como los denomina el Ejército israelí- atacados este martes por tierra, mar y aire a lo largo de toda la franja en el décimo quinto día de una ofensiva que pese a su capacidad de destrucción (y su lógica repercusión entre la población de Gaza), no ha logrado aún uno de sus objetivos: detener el lanzamiento de cohetes.


Según datos de la oficina de información castrense israelí, las milicias islamistas palestinas lanzaron este martes medio centenar de cohetes contra el centro y el sur de Israel, sin causar víctimas, 11 de los cuales fueron interceptados por el sistema antimisiles "Cúpula de hierro".


El Ejército israelí confirmó, además, que uno de sus soldados, Shaul Aron, está desaparecido en combate, -probablemente muerto- dos días después de que las "Brigadas Azedín al Kasem", brazo armado de Hamás, anunciaran la captura de un uniformado de ese mismo nombre.


Con la cifra de víctimas y de desplazados internos en vertiginoso ascenso -cerca de 120.000 palestinos se han visto obligados a refugiarse, según registros de la ONU- la diplomacia intento dar nuevos pasos para lograr una tregua humanitaria que permita negociar un alto el fuego definitivo.


De visita en El Cairo, el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, instó a Hamás a aceptar un pacto cimentado en el acuerdo del cese de las hostilidades firmado tras la anterior ofensiva, en 2012.


Kerry, que fue recibido por el presiente egipcio, Abdel Fatah al Sisi, insistió en la necesidad de aceptar el plan de diálogo en El Cairo que este ya propuso la semana pasada, y que fue rechazado de pleno por el movimiento islamista.


Hamás insiste en que cualquier iniciativa tiene que incluir el fin del asedio militar y el bloqueo económico al que Israel somete a la Franja desde 2007 y la apertura de la frontera con Egipto, única puerta de Gaza con el mundo.


Con la misma intención, la de detener el derramamiento de sangre, se entrevistó hoy el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.

"Mi mensaje es el mismo para palestinos e israelíes: frenar los combates, volver al diálogo y atacar las raíces del conflicto para que no estemos en la misma situación dentro de seis meses o de un año", dijo Ban.


Netanyahu, por su parte, insistió en que Hamás es responsable y que su país continuará con su ofensiva hasta que se restablezca la calma en Israel.