Sangriento aniversario de la caída de Sadam

Hasta 23 personas perdieron la vida y otras 113 resultaron heridas. 

Al menos 23 personas murieron, entre ellas un periodista, y otras 113 resultaron heridas en una serie de ataques perpetrados en varias zonas de Irak, informaron  fuentes policiales y médicas.


Estos sucesos se producen al cumplirse once años de la entrada en la capital iraquí de las tropas estadounidenses y la caída del régimen del fallecido dictador Sadam Husein.


El ataque más mortífero costó la vida a nueve personas, entre ellas un periodista, tras ser bombardeados algunos barrios de Faluya, a 50 kilómetros al oeste de Bagdad, la segunda ciudad de la provincia de mayoría suní de Al Anbar.


Una fuente de la policía informó de que el domicilio del periodista Hamam Mohamed, de la televisión local Al Taguier, fue bombardeado con un mortero, lo que causó la muerte del reportero y heridas a dos miembros de su familia, además de daños materiales en la casa.


En Bagdad, seis vehículos estallaron en cinco áreas distintas, entre ellas Al Kazemiya (norte), con un saldo de siete muertos y 53 heridos.


En la provincia de Wasat, al sur de Bagdad y de mayoría chií, el director de Sanidad regional, Yabal al Yaseri, informó de que cuatro personas murieron y ocho sufrieron heridas por la explosión de un coche bomba en la zona de Al Hafariya.


Otros dos civiles fallecieron y 24 resultaron heridos por la explosión de tres coches bomba, dos de ellos en la zona de Al Naamaniya y otro cerca de un restaurante popular en Al Azaziya, ambas en Wasat.


Por otro lado, el estallido de un artefacto al paso de un convoy militar causó la muerte a un soldado y heridas a tres en Telul al Bach, en la provincia septentrional de Salahedín.


Hoy se cumplen once años del derribo de la imponente estatua de Sadam Husein en el corazón de Bagdad por soldados estadounidenses el 9 de abril de 2003, una acción convertida en el símbolo de la caída del régimen.


Irak sufre un repunte de la violencia confesional y de los atentados terroristas, que causaron en 2013 la muerte de 8.868 personas, de las que 7.818 eran civiles, según cifras difundidas por la ONU.