Un mafioso planeó matar al exalcalde de Nueva York

El arrepentido se negó a llevar a cabo el proyecto porque los efectos colaterales "habrían sido enormes".

Rudolph Giuliani
Un mafioso planeó matar al exalcalde de Nueva York

El mafioso arrepentido Rosario Naimo aseguró este viernes que, en la década de 1980, el capo Totó Riina planeó el asesinato de Rudolph Giuliani, fiscal federal de Estados Unidos y, más tarde, alcalde de Nueva York (1994-2001), informaron medios italianos.


Naimo, arrestado en Palermo (sur de Italia) en 2010 a los 65 años de edad, realizó dichas revelaciones a los fiscales que investigan las presuntas negociaciones entre la mafia y el estado italiano en la década de 1990.


Un testimonio, el del arrepentido, que ya ha sido incluido en el material del caso.


Según explico el arrepentido, que ha vivido en Estados Unidos durante años, recibió la visita de un "hombre de honor" siciliano, Benedetto Villico, que le entregó una carta de Riina en la que se daba la orden de asesinar a Giuliani y que tenía que llegar, a su vez, a manos de otro capo italoamericano de la familia Gambino, el encargado de ejecutar sus órdenes.


En la misiva, Riina ordenaba el homicidio de Giuliani, conocido por entonces como "el fiscal de hierro", y responsable de importantes investigaciones sobre narcotráfico y organizaciones criminales.


Unas investigaciones que le llevaron a colaborar con el juez antimafia italiano Giovanni Falcone, asesinado junto a su mujer y tres guardaespaldas en Palermo en 1992, en un atentado organizado por el propio Riina, según otro arrepentido, Tommaso Buscetta.


Tal y como explicó a los fiscales, el arrepentido se negó a llevar a cabo el proyecto porque los efectos colaterales "habrían sido enormes" en Estados Unidos.


Asimismo, explicó que el objetivo del asesinato de Giuliani era el de aislar a Falcone, quien había encontrado un "óptimo compañero" en el fiscal estadounidense.


Un objetivo no pretendido por únicamente por la mafia, según Naimo, quien afirmó que Riina, en una ocasión, le confesó que el asesinato de Giuliani lo querían "ellos".


Un año después de la muerte de Falcone, el 15 de enero de 1993, Totó Riína fue detenido casualmente en una calle de Palermo, en Sicilia, después de una persecución de más de 20 años.


Tras su captura, Riína fue trasladado a la cárcel parlermitana de Uccidarone donde pasará el resto de su vida, aunque su poder continúa siendo importante desde la prisión.


El 8 de octubre de 1993 conocería su tercera condena a perpetuidad por un Tribunal de Palermo por su participación en el homicidio de los hermanos mafiosos Vincenzo y Pietro Puccio, en 1989.