Yanukóvich llama a evitar un "baño de sangre" en Crimea

El depuesto presidente ucraniano, Viktor Yanukovich, ha defendido este viernes que sigue siendo el "presidente legítimo" del país, ha denunciado que se ha visto obligado a abandonar Ucrania por su seguridad y la de sus familiares y ha adelantado que no se presentará a las elecciones presidenciales del próximo 25 de mayo porque las considera "ilegítimas".


En su primera aparición pública desde que abandonó el país y fue cesado por el Parlamento, Yanukovich ha aprovechado la rueda de prensa que ha ofrecido en la ciudad de Rostov del Don, en el sur de Rusia, para hacer un llamamiento a evitar un "baño de sangre" en Crimea, territorio que ha defendido que debe seguir dentro de Ucrania con mayor autonomía.


"Nadie me ha depuesto, fui obligado a abandonar Ucrania por la amenaza contra mi vida y la de mis familiares", ha defendido, denunciando que "el poder fue tomado por nacionalistas" que sólo representan a una "minoría" de los ucranianos y dejando claro que seguirá luchando "por el futuro de Ucrania y contra los que impulsan el terror para tomar el poder".


El expresidente ha criticado a "Occidente" por no haber hecho nada para que se cumplieran los acuerdos que él firmó con los líderes opositores el 21 de febrero con la "mediación" de Francia, Alemania y Polonia. Además, ha hecho hincapié en que los "nacionalistas" que ha tomado el poder sólo representan a "una minoría de Ucrania". "Tenemos que cumplir el acuerdo con la oposición", ha afirmado Yanukovich.


Vestido con traje oscuro y con gafas, Yanukovich ha respondido con calma a las preguntas dirigidas por decenas de periodistas en una rueda de prensa que ha durado más de una hora y en la que ha reiterado en varias ocasiones que él es el único "presidente legítimo" de Ucrania.


Preguntado sobre si se presentará a los comicios presidenciales del próximo 25 de mayo, convocados por las nuevas autoridades que él no reconoce, ha asegurado que no va a participar en unas "elecciones ilegítimas".

Rusia y Putin 

En dos ocasiones los periodistas le han preguntado si el presidente ruso, Vladimir Putin, le considera el "presidente legítimo" de Ucrania. Yanukovich ha evitado responder a esa pregunta y ha vuelto a remarcar que él es el mandatario legítimo. Además, ha reconocido que está sorprendido por el "silencio" que mantiene el mandatario ruso, con el que ha hablado por teléfono pero no se ha reunido.


El exmandatario ucraniano ha hecho hincapié en que Rusia no puede "mantenerse al margen" pero ha asegurado que no le va a decir cómo actuar.


También se ha querido defender de quienes le acusan de haber "huido" del país y ha afirmado que los policías de las Berkut que le escoltaban en sus últimos días fueron atacados con disparos y que había habido amenazas contra su familiares. "No he huido", ha subrayado antes de asegurar que llegó a estar "expuesto" a fuego de "armas automáticas" cuando se dirigía a Jarkov, una de las localidades del este de Ucrania, con mayoría de población rusófona.


En relación a la violenta represión contra los manifestantes antigubernamentales en Kiev, ha afirmado que él "nunca" dio órdenes de "disparar" a la Policía, ha asegurado que los agentes sólo iban armados en los últimos días y que podían disparar en "defensa propia".

Cese ilegal e inconstitucional

Yanukovich ha argumentado que su cese es completamente "ilegal" e inconstitucional, entre otros motivos, porque las leyes aprobadas antes en el Parlamento no contaron con su firma, preceptiva para la entrada en vigor de cualquier norma al ser el jefe del Estado.


Sobre la situación actual en Crimea, donde en los últimos días se han sucedido protestas a favor de las nuevas autoridades en Kiev y también a favor de Rusia, Yanukovich ha dicho entender la formación de "grupos de autodefensa" y ha considerado que esta reacción es "una respuesta natural al golpe de Estado obra de unos bandidos en Kiev".


No obstante, ha dicho que rechaza cualquier forma de violencia y ha pedido a los crimeos que "no permitan un baño de sangre y una lucha civil". "Como presidente legítimo de Ucrania, quiero decir que Crimea debe seguir siendo parte del Estado ucraniano manteniendo unos amplios derechos de autonomía", ha aseverado.


En este sentido, se ha mostrado convencido de que los crimeos "no quieren obedecer y no obedecerán a nacionalistas y bandidos". Además, ha querido dejar claro que "cualquier acción militar" es "inaceptable" y que él no pedirá "ayuda militar".


Sobre la posibilidad de regresar a Ucrania, ha dicho que volverá a su país cuando su seguridad y la de sus familiares estén "garantizadas", algo que cree que no sucede ahora. También ha sido preguntado sobre cómo consiguió llegar a Rusia y ha asegurado que lo hizo gracias a la ayuda de unos "patriotas" con "la conciencia limpia.


Ante la pregunta de si cree que se ha equivocado o que debe pedir disculpas, Yanukovich ha admitido que se siente "avergonzado" y que pide perdón al "pueblo ucraniano" por no haber tenido "la suficiente fuerza para mantener la estabilidad y evitar que todo esto ocurra".


El expresidente ha defendido en varias ocasiones que el acuerdo que firmó con los líderes de la oposición, incluido el actual primer ministro, Arseni Yatseniuk, el 21 de febrero con la mediación de Francia, Polonia y Alemania sigue en vigor y, por tanto, debería seguirse esa 'hoja de ruta', que contempla elecciones presidenciales en diciembre de 2014.


En este sentido, ha asegurado que "Occidente tiene que asumir su responsabilidad" por la "ruptura unilateral" de los acuerdos con la oposición y ha lamentado que "ni una sola persona" sepa ahora lo que está pasando en Kiev y en el resto de Ucrania porque allí reina "el caos".


En relación con la ex primera ministra Yulia Timoshenko, liberada esta semana por orden de las nuevas autoridades y el Parlamento, ha subrayado que su salida de prisión es "ilegal" y que no tiene "nada" en contra de ella pero desconoce si se presentará a las próximas elecciones presidenciales, previstas para el 25 de mayo.