Italia

Berlusconi espera la sentencia del Supremo este jueves

Tras dos maratonianas audiencias, los jueces analizan la sentencia que le condenó por fraude fiscal en el caso Mediaset.

El ex primer ministro conservador italiano Silvio Berlusconi
Berlusconi asegura que los jueces quieren "eliminarle"
EFE

El ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi ha quedado este miércoles a la espera de la sentencia que se prevé que el Tribunal Supremo dicte el jueves sobre el caso Mediaset, por el que "il Cavaliere" fue condenado en primera y segunda instancia a 4 años de prisión y 5 de inhabilitación por fraude fiscal.


Tras dos maratonianas audiencias, los jueces deberán deliberar ahora para anunciar una decisión, lo que, según informaron fuentes del Supremo, se espera que se produzca el jueves por la tarde, un retraso que ha aumentado la expectación en torno a las consecuencias que ésta pueda tener para la coalición de Gobierno, de la que forma parte el partido de Berlusconi.


Este miércoles fueron protagonistas del juicio los abogados de los cuatro imputados, entre ellos los del ex primer ministro, Niccolò Ghedini y Franco Coppi, después de que el martes compareciera el fiscal general del Supremo, Antonio Mura, y la abogada del Estado, Gabriella Vanadio, en representación de la Agencia Tributaria.


La defensa de "il Cavaliere" insistió en la petición de la anulación de la condena para el ex primer ministro, dictada en el mismo sentido tanto en primera instancia en octubre de 2012 como en apelación en mayo pasado, haciendo temblar a la formación de Berlusconi ante la posibilidad de que su líder pueda ser inhabilitado para ejercer un cargo público.


El caso juzga la compraventa de derechos de transmisión de películas estadounidenses por valor de 470 millones de euros por parte de Mediaset -el grupo audiovisual de Berlusconi- entre 1994 y 1999 con un supuesto aumento artificial del precio de los derechos para evadir dinero al fisco y desviarlo a cuentas en el extranjero.


"Falta en el tejido de la sentencia un elemento probatorio de que Berlusconi pueda haber participado en el delito mismo", dijo este miércoles Ghedini durante su alegato final, según las declaraciones recogidas por los medios presentes en el aula.


"El fiscal general ha dicho que, de parte de Berlusconi, habría habido actividades ilegales más allá de la facturación (irregular). Por lo tanto, me esperaba del fiscal algún dato nuevo con respecto a lo planteado por el Tribunal de Apelación, donde no hay nada al respecto. Novedades que no ha habido porque no hay ninguna actividad más allá de la facturación", agregó.


En la primera jornada del juicio el martes, el fiscal general del Supremo pidió que se confirmara la condena a Berlusconi por fraude fiscal, aunque con una rebaja en la inhabilitación hasta los 3 años.


Mura justificó esta rebaja alegando que es lo que marca la ley y que el Tribunal de Apelación de Milán no explicó por qué amplió el plazo a un lustro de inhabilitación, toda vez que considera a Berlusconi autor de la trama para defraudar al fisco.


Entre las hipótesis que se barajan figura la de la devolución del caso al Tribunal de Apelación de Milán por algún defecto de forma en la condena o para que se calcule la pena de nuevo, algo que daría un respiro al ex primer ministro, que espera que en septiembre prescriban parte de los hechos delictivos que se le imputan.


"Este proceso lo hemos vivido al filo de la llegada de la prescripción: hemos hecho audiencias en los días más disparatados y con una gran premura", lamentó este miércoles Ghedini, quien definió el proceso como su "pesadilla nocturna".


En el caso de una confirmación de la condena, "il Cavaliere", actual senador, vería reducida su pena de cárcel de cuatro a un año en base a la ley de indultos de 2006 y podría cumplir esta pena en arresto domiciliario o bajo tutela de los servicios sociales, puesto que supera los 70 años de edad.


La inhabilitación no se activaría de forma automática, ya que para ser definitiva tendría que superar un nuevo trámite en el Senado, que deberá decidir si acepta la decisión de los magistrados, y si no lo hace, ha de abrirse un proceso por conflicto de competencias ante el Tribunal Constitucional.


De esta decisión está pendiente toda la clase política italiana, a la espera de irse de vacaciones, pues, aunque el primer ministro, Enrico Letta, haya desvinculado del futuro de su Gobierno la suerte judicial de Berlusconi, se teme la reacción que puedan tener los diputados y senadores del partido de "il Cavaliere".


Mientras, Berlusconi volvió a vivir este miércoles una jornada de reclusión en su céntrica residencia de Roma, el Palacio Grazioli, donde el martes recibió la visita de su exsubsecretario de la Presidencia y tío del actual primer ministro, Gianni Letta, y se espera que le acompañen también sus dos hijos mayores, Marina y Piersilvio.