Portugal

Fracasa el dialogo entre Gobierno y oposición de Portugal

El dirigente socialista abogó por medidas y apoyo europeo para reactivar la economía de Portugal, crear empleo, impulsar la demanda interna y captar inversión y financiación para las empresas.

El diálogo entre el Gobierno conservador y la oposición socialista de Portugal en busca de un consenso sobre el programa del rescate financiero fracasó hoy delante de un testigo excepcional, la troika internacional, que hace un examen extraordinario al país.


Tras celebrar la primera reunión en más de cuatro mes con el primer ministro Pedro Passos Coelho, el líder socialista, António José Seguro, declaró que "no hubo nada nuevo", se reafirmó en sus críticas a la austeridad y la "sumisión" a la troika, e insistió en pedir la renegociación de los compromisos financieros lusos.


Antes de hacer esa declaración al país, el secretario general del Partido Socialista (PS), se había reunido también con la misión del Fondo Monetario Internacional (FMI), la Comisión Europea y el Banco Central Europeo (BCE), conocidos como la troika, que llegó el lunes a Lisboa.


Tanto la entrevista entre los dos líderes políticos lusos como la visita de los técnicos de la UE y el FMI fueron organizadas a toda prisa, en medio de la crisis presupuestaria que abrió el pasado 5 de abril el Tribunal Constitucional al declarar ilegales varias medidas de austeridad que suman 1.300 millones de euros.


Seguro rechazó hoy tajantemente que se apliquen en Portugal nuevos recortes presupuestarios, como ha propuesto el Gobierno y ha pedido la troika, reiteró que ese programa ha fracasado y descartó nuevas reuniones con el Ejecutivo.


La recesión, el desempleo, la deuda y el déficit público han empeorado y superan con creces todos las previsiones del Gobierno y los acreedores, subrayó el dirigente del PS, para quien es un error seguir "el modelo de someterse a la troika".


Passos Coelho dijo que no hay margen para negociar los límites de déficit, pero en septiembre y marzo pasados, recordó, la UE y el FMI suavizaron las metas y concedieron a Portugal más tiempo, aunque solo "para prolongar una política de austeridad que no dio resultado".


"Sin crecimiento no podremos pagar la deuda", subrayó Seguro al reprochar a Passos Coelho que solo le convoque cuando tiene dificultades.


El dirigente socialista abogó por medidas y apoyo europeo para reactivar la economía de Portugal, crear empleo, impulsar la demanda interna y captar inversión y financiación para las empresas.


Al contrario que su rival, Passos Coelho no comentó la reunión entre ambos, de hora y media, aunque en la carta de invitación que envió a Seguro el martes señaló la importancia de lograr un consenso nacional amplio sobre el programa de rescate y la gravedad de la situación presupuestaria lusa.


Portugal debe cumplir sus metas, advirtió, para obtener un nuevo tramo del rescate, ahora bloqueado, y lograr que los ministros europeos de economía y finanzas den vía libre definitiva a la ampliación en siete años de los plazos de devolución del préstamo.


Mientras se reanudaba, aunque por poco tiempo el diálogo entre los dos partidos que se han turnado en el poder en las últimas tres décadas, el Tesoro luso logró colocar 1.750 millones de euros en deuda a 3 y 12 meses, si bien con intereses algo mayores que en la subasta anterior.


En la primera emisión tras el fallo del Constitucional, vendió 1.500 millones de euros a un año y el 1,39 % de interés (1,27 en febrero), y 250 millones a tres meses y el 0,74 % (lo mismo que en marzo).


Entretanto, el Gobierno luso realizó además un Consejo de Ministros extraordinario para preparar sus medidas de austeridad, que incluyen un recorte del gasto en los ministerios, de 600 millones de euros, y un monto similar en sanidad, educación y servicios públicos.


Portugal pidió ayuda financiera a la UE y al FMI en abril de 2011, cuando gobernaba el Partido Socialista, y se ha visto obligado a aplicar un estricto programa de reducción del gasto público y reformas laborales y administrativas a cambio de los 78.000 millones de euros que recibe, a plazos, de esas instituciones.


Aunque los socialistas perdieron las elecciones anticipadas convocadas dos meses después, ahora llevan una amplia ventaja en todos los sondeos a la coalición conservadora que gobierna con mayoría absoluta.