Brasil

"Cuando vi aquel montón de personas comencé a tener noción del tamaño de la tragedia"

La catástrofe de la discoteca Kiss ha enlutado a todo Brasil, pero particularmente a la comunidad universitaria.

Al menos 245 muertos en una fiesta de estudiantes de diferentes facultades de la Universidad Federal de Santa María
Incendio en una discoteca en Brasil_7
EFE

Santa María, una dinámica ciudad de 261.000 habitantes en el corazón del estado brasileño de Río Grande do Sul, se vio sacudida por la tragedia de la discoteca Kiss, donde un incendio causó la muerte de al menos 233 personas, muchas de ellas universitarios, y dejó heridas a 48 más. 


La catástrofe ha enlutado a todo Brasil, pero particularmente a la comunidad universitaria, ya que muchas de la víctimas eran jóvenes de facultades de la Universidad Federal de Santa María (UFSM) que celebraban una fiesta en el local.


"Sentimos mucho que, en medio a un momento de fiesta, la tranquilidad del país, de hermanos y amigos sea interrumpida por la noticia de una fatalidad de esta dimensión", manifestó en un comunicado el director de la UFSM, Felipe Martins Müller.


El rector, que dijo estar "consternado por la tragedia", declaró luto en la institución y convocó a "todos los sicólogos y asistentes sociales de la universidad" para que comparezcan al Centro Deportivo Municipal de la ciudad con el fin de ayudar a los familiares de la víctimas y a la comunidad educativa.


Santa María, una ciudad que vive del comercio y los servicios, alberga ocho universidades, de las cuales la más importante es la UFSM, que tiene 1.804 profesores y 27.299 estudiantes, que representan más del 10 por ciento del total de su población.


El alcalde de la ciudad, Cezar Schirmer, decretó luto oficial de treinta días por la tragedia ocurrida en el centro del municipio.


"Todavía estamos en estado de shock, trabajando mucho para ayudar a las víctimas. Me gustaría que este día no hubiese amanecido", dijo al diario Zero Hora la directora del Hospital Universitario de Santa María, Elaine Resener, cuyo hijo Luiz Arthur Resener de Moraes, de 25 años, estudiante de medicina, está entre los heridos.


Resener relató que un amigo llegó a su casa esta madrugada para informarle de lo sucedido y que su hijo estaba entre los primeros que habían sido socorridos y trasladados a un hospital de la ciudad.


"Corrí para allá (para la discoteca) y cuando vi aquel montón de personas frente al local comencé a tener noción del tamaño de la tragedia", agregó Resener.


Los cadáveres fueron trasladados al Centro Deportivo Municipal, en cuyos alrededores centenares de familiares y amigos desesperados esperan noticias de los que todavía consideran desaparecidos con la esperanza de que no estén en la lista de muertos.


Hasta el momento, de los 233 muertos confirmados por las autoridades solo han sido identificado seis, cinco de ellos hombres y una mujer, sin precisar sus edades.


La conmoción causada por la tragedia llevó a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, a suspender su participación en la Cumbre de la Celac-UE en Santiago de Chile y regresar al país para dirigirse a Santa María y estar al lado de la población.


El ministro de Educación, Aloizio Mercadante, que estaba con Rousseff en Santiago, también emitió un comunicado en el que su despacho "lamenta profundamente la tragedia" que dejó 245 fallecidos, "la mayoría estudiantes de la Universidad Federal de Santa María".


La magnitud de la tragedia solo es superada en Brasil por otro incendio ocurrido el 17 de diciembre de 1961 en la ciudad de Niteroi, vecina de Río de Janeiro, donde el Gran Circo Americano fue pasto de las llamas durante una función, catástrofe que causó 503 muertos, según datos extraoficiales.