China

Xi Jinping rompe tabúes comunistas y se muestra en la intimidad familiar

El nuevo máximo líder comunista chino publica fotos privadas, en una posible señal según los expertos de más transparencia informativa.

El nuevo máximo líder comunista chino, Xi Jinping, ha roto uno de los tabúes más antiguos del régimen, el del secretismo en torno a las familias de jerarcas, con la publicación de fotos junto a sus parientes y otros detalles privados que hoy los expertos ven como posible señal de más transparencia informativa.


La publicación por la prensa oficial, en los últimos días, de una inédita serie de fotos de familia en las que el nuevo secretario general del Partido Comunista -y futuro presidente- aparece empujando a su padre en silla de ruedas o llevando a su hija en bicicleta ha dado que hablar y muchos lo han visto como positivo, incluso observadores críticos del régimen.


"Puede ser el comienzo de una nueva era en la vida política nacional", señalaba al respecto la web Offbeat China, analista independiente de la actualidad del país, señalando que muchos internautas han recibido con optimismo la publicación de las fotos, algunos hasta señalando que "es el amanecer de la democracia".


Pero no todos comparten la euforia, y el observador hongkonés Johnny Lau, habitual comentarista de los cambios en el poder para el diario "South China Morning Post", lo ve como una operación de relaciones públicas, "para que los líderes parezcan más humanos, conectados con la realidad y cercanos a la gente".


En todo caso, hasta él y otros críticos reconocen una mejoría con respecto a las imágenes oficiales que durante los pasados 10 años se han ofrecido del antecesor de Xi, el siempre hierático Hu Jintao, cuya esposa es una desconocida para los chinos, lo mismo que la del anterior máximo líder del país, Jiang Zemin.


En la serie de fotos que tanto revuelo ha causado, Xi también aparece posando con normalidad de turista, en un templo, junto a su esposa, Peng Liyuan, aunque en este caso la novedad no es tanta, ya que ella es una célebre cantante folclórica, habitual en las galas televisivas del país (al menos antes del ascenso de su marido).


A las imágenes de Xi se han acompañado otros gestos de transparencia, como un artículo del comunista "Diario del Pueblo" que, titulado "el Xi Jinping que no conoces", cuenta intimidades del nuevo líder tales como que estuvo encarcelado en la Revolución Cultural (1966-76), que se enamoró de su mujer "de un flechazo", es un aficionado del fútbol o que se le da muy bien el trabajo del campo.


Los gestos no son casuales, ya que se han repetido en varias ocasiones este mes a través de los medios oficiales, tales como la televisión estatal CCTV o la agencia oficial Xinhua, y no sólo con Xi, sino también con los otros nuevos miembros del Comité Permanente del Partido Comunista y futuros máximos líderes del Gobierno.


Pero no toda la operación ha tenido los éxitos publicitarios deseados, por ejemplo en el caso del "número dos" comunista Li Keqiang, de quien también se publicaron fotos de aparente humildad en las que aparecía comiendo fideos instantáneos o reunido con campesinos jubilados.


Y es que una de las fotos de Li, quien en 2013 ascenderá también a primer ministro de China, parece haber sido víctima del Photoshop, como han descubierto muchos internautas chinos, que han detallado los muchos fallos de iluminación que tiene, y hasta encontraron la foto original del paisaje del fondo.


En cualquier caso, la campaña de imagen parece tener intenciones positivas, analizaba el experto Gu Su, de la Universidad de Nankín.


"Xi y Li quieren dar ejemplo para los altos cargos inferiores, sentar las bases para una posible introducción de un mecanismo para que los líderes publiquen y declaren sus patrimonios personales y familiares", señaló en el diario hongkonés.


Ese asunto está muy candente en China, a raíz de que la prensa estadounidense publicara amplios reportajes revelando la riqueza de las estirpes de Xi Jinping y del saliente primer ministro Wen Jiabao, y que reabrieron el debate sobre el secretismo de las grandes familias comunistas.


Las fotos y artículos con una imagen de los futuros líderes comunistas, más familiar que la de los anteriores, dan alas a muchos para pensar en cambios en la información del régimen, aunque no todos los signos son positivos.


Nuevas leyes reguladoras de internet que obligarán a blogueros y comentaristas en foro a registrarse con su nombre real, o la actual campaña de la censura contra las redes VPN (usadas por disidentes o periodistas extranjeros para entrar en webs bloqueadas en China) muestran que la posible "glasnost" china aún está en pañales.