Informe de Transparencia Internacional

Somalia es el país más corrupto y Dinamarca el más limpio

España queda en la trigésima posición, sin apenas variaciones con respecto al estudio realizado el año anterior.

Somalia, Corea del Norte y Afganistán son los países más corruptos del mundo, y Dinamarca, Finlandia y Nueva Zelanda se mantienen como los más transparentes, según un informe de la ONG alemana Transparencia Internacional (TI).


La edición de 2012 del ya tradicional Índice de Percepción de la Corrupción (CPI) de TI ofrece un ránking global con pocas variaciones con respecto a los informes de los últimos dos años, pero con una renovada advertencia.


"Tras un año durante el cual la atención ha estado en la corrupción, esperamos que los gobiernos adopten una postura más firme contra el abuso de poder. Los resultados demuestran que las sociedades continúan pagando el alto coste que supone la corrupción", afirmó en un comunicado la presidenta de TI, Huguette Labelle.


La ONG alemana denunció que pese al aumento de la presión pública a favor de la transparencia "desde Oriente Medio hasta Asia y Europa", se han registrado pocos avances a este respecto, o incluso "retrocesos".


TI, referencia global en el análisis de la transparencia, advierte en su informe de que solo un tercio de los 176 países estudiados aprueba el examen, a pesar de que el clamor ciudadano contra estas prácticas ha ganado impulso en todo el mundo a raíz de la primavera árabe.


Esto denota que "las instituciones públicas deben incrementar su transparencia y que los funcionarios en puestos de poder deben rendir cuentas de manera más rigurosa", afirmó TI.


En una escala del 0 (sumamente corrupto) al 100 (muy transparente), Dinamarca, Finlandia y Nueva Zelanda lograron 90 puntos, mientras que Somalia, Corea del Norte y Afganistán apenas sumaron 8 enteros.


Sobre estos últimos, TI señaló que "la ausencia de instituciones públicas eficaces y de líderes que rindan cuentas por su actuación ponen de manifiesto la necesidad de adoptar una postura mucho más firme frente a la corrupción".


España (65 puntos) quedó en la posición trigésima, sin apenas variaciones con respecto al estudio del año anterior, y en América Latina solo cuatro de los veinte países analizados sobrepasaron los 50 puntos.


Dentro de Europa, España -bajo Austria e Irlanda y por encima de Estonia y Portugal- queda a mitad de tabla, por debajo de los nórdicos y las naciones del centro del continente, pero por encima de los países del sur y del este.


Grecia es el país de la Unión Europea (UE) que peor puntúa en este índice de corrupción, al lograr sólo 36 enteros.


La ONG afirmó que entre los países que obtuvieron resultados insatisfactorios en el CPI se cuentan "aquellas naciones de la eurozona que se han visto afectadas de forma más grave por la crisis económica y financiera".


TI reiteró que ya "ha advertido de forma consistente a Europa de que debe abordar los riesgos de corrupción en el sector público para poder superar la crisis financiera", e instó de nuevo a que se intensifiquen "los esfuerzos para blindar a las instituciones públicas frente a la corrupción".


En América Latina, Venezuela (19 puntos) y Paraguay (25) siguen siendo percibidos como los países más corruptos de América Latina, mientras Chile (72) y Uruguay (72) se mantienen como los líderes en transparencia.


Entre las grandes potencias, destaca que China (39) se sitúa en el puesto 80 y que Estados Unidos (73) rebota desde la posición 24 hasta la 19, mientras que Alemania (79) y Japón (74) quedan en los puestos 13 y 17, respectivamente.


Ya en el campo de las propuestas, Labelle instó a los gobiernos a "incorporar acciones contra la corrupción en todas las decisiones públicas".


"Entre las prioridades están normas más efectivas sobre lobby y financiación política, una mayor transparencia de la contratación y el gasto público, y mayor rendición de cuentas de organismos públicos a la población", señaló Labelle.


El CPI se elabora cada año desde 1995 a partir de diferentes estudios y encuestas sobre los niveles percibidos de corrupción en el sector público de distintos países.