Internacional

Obama pide que Senado ratifique el acuerdo mundial de los derechos de los discapacitados

El presidente estadounidense afirmó que la lucha por los derechos de los discapacitados no termina en las fronteras de EE.UU. sino que se extiende en cada país.

El presidente de EE.UU., Barack Obama, urgió al Senado a que ratifique la Convención Internacional de Naciones Unidas para las Personas Discapacitadas, que será votada el martes, y afronta la oposición de los republicanos. 


Su ratificación "reafirmaría la posición de EE.UU. como líder mundial sobre los derechos de los discapacitados, y nos colocaría en mejor posición para alentar avances en la inclusión, igualdad de oportunidades, participación plena, vida independiente y autosuficiencia económica de los discapacitados en todo el mundo", expresa Obama en un comunicado emitido por la Casa Blanca.


"Hemos avanzado mucho en la larga marcha para lograr la igualdad de oportunidades para todos. Pero aun cuando nos unimos con otros países en el mundo para afirmar los derechos humanos universales, sabemos que nuestra labor no habrá terminado hasta que se garantice la dignidad intrínseca y el valor de todas las personas con discapacidades", agregó.


Obama hizo esa petición al Senado al firmar una proclamación sobre el "Día Internacional de las Personas Discapacitadas" que, en su vigésimo aniversario, pretende educar a la gente sobre los derechos y barreras que afrontan los minusválidos.


El presidente estadounidense afirmó que la lucha por los derechos de los discapacitados no termina en las fronteras de EE.UU. sino que se extiende en cada país y comunidad donde éstos corran un mayor riesgo de ser víctimas de abuso, privación de oportunidades educativas y otras injusticias.


Esa lucha, continuó Obama, sigue para 1.000 millones de personas con discapacidades en todo el mundo, que con "demasiada frecuencia" no pueden asistir a la escuela, encontrar trabajo, acceder al cuidado médico o recibir un trato justo.


Según Obama, los discapacitados ya gozan de derechos, protecciones y libertades en EE.UU., pero con frecuencia éstos afrontan barreras cuando viajan, hacen negocios, estudian o viven en el exterior.


Estados Unidos y otros 153 países suscribieron la Convención Internacional de Naciones Unidas para las Personas Discapacitadas, y 126 la han ratificado.


El Senado de EE.UU. debe ratificarla mediante el apoyo de dos terceras partes del hemiciclo.


Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), el 20 % de los adultos en Estados Unidos tiene algún tipo de discapacidad física o mental.


Una ley federal conocida como el Acta para las Personas Discapacitadas, promulgada en 1990, prohíbe la discriminación de estas personas en centros de trabajo, y exige a la mayoría de los negocios poner en marcha medidas para mejorar el acceso de los discapacitados a sus programas y servicios.


El presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, el demócrata John Kerry, ha convocado una rueda de prensa mañana junto a otros líderes demócratas y republicanos para presionar por la ratificación del acuerdo.


Ese acuerdo no requerirá la aprobación de más leyes, pero ayudará a otorgar a los estadounidenses nuevas protecciones en el exterior y dará a EE.UU. una mayor capacidad para abogar por mejores leyes para los discapacitados en todo el mundo, dijo Kerry.


Al ratificar una convención, el país acepta las obligaciones jurídicas que le corresponden en virtud del tratado, y una vez que entra en vigor debe adoptar la legislación adecuada para hacerlas cumplir.


Sin embargo, muchos republicanos y grupos conservadores afines se oponen a la ratificación del acuerdo porque consideran que EE.UU. estaría mermando su soberanía frente a la ONU.


Un total de 36 senadores republicanos firmaron una carta en septiembre pasado en contra de que el tratado sea sometido a votación durante la abreviada sesión del Senado antes de fin de año.


La oposición republicana tiene suficientes votos para derrotar el voto el martes.