Entrevista

"Las guerras no acaban por no salir en los medios"

Maysun, fotógrafa zaragozana de 32 años, trabaja en Siria como 'freelance' y ha logrado imágenes que han dado la vuelta al mundo.

Maysun, en Siria (MANU BRABO)
"Las guerras no acaban por que no salgan en los medios"
MANU BRABO

¿Cómo has llegado desde Zaragoza hasta retratar el horror en Siria?


Nací y crecí en Zaragoza, donde viven mis padres y mi hermano. Después estudié en Huesca y en Barcelona, donde he vivido ocho años y donde siento que regreso a casa. Ahora mismo no tengo base establecida, soy un poco nómada.Yo iba para arqueóloga pero la necesidad de documentar y comprender lo que me rodeaba, sobre todo acerca de mi identidad palestina, hicieron que me 'torciera' y me 'convirtiera' al periodismo. Mi padre, natural de Jerusalén, vino hace más de 40 años a España a estudiar y luego no pudo volver debido a la ocupación israelí. El fotoperiodismo no es un trabajo más, es una forma de vida, de la que no puedes separarte ni cogerte vacaciones, va contigo siempre.


¿Cuáles fueron tus primeros pasos como fotógrafa?


Me he formado en Fotografía en la Escuela de Arte Serra i Abella de Hospitalet de Llobregat y en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). Pero, si soy sincera, he aprendido a trabajar, a fotografiar, en la calle, día a día, observando, escuchando, cagándola a veces y acertando otras, junto a los compañeros de profesión, de los que he aprendido casi todo lo que sé. He trabajado en varios países de Oriente Medio (Palestina, Siria, Jordania, Líbano, Egipto), en el Sudeste Asiático, donde viví un año (Burma, Tailandia), Kosovo, Italia, España...


Acabas de volver de Siria. ¿Cómo ves la situación del país?


La sitiación en Siria es francamente desastrosa. No se sabe ni un 10% de lo que está sucediendo dentro. La información que aparece en los grandes medios de comunicación es, muchas veces, sesgada o está politizada.


Considero que no se trata de un conflicto en igualdad de condiciones. No es una guerra entre dos ejércitos armados de forma igualitaria, en el que la población civil quede sana y salva a un lado. Este es un conflicto en el que el Ejército Sirio está atacando y masacrando, desde hace más de 22 meses, no solo las posiciones de los rebeldes sino directamente a la población civil. Lugares como los hospitales, las escuelas donde mujeres, niños y ancianos buscan refugio, las lineas del pan, etc. son objetivos diarios de los bombardeos del Ejército Sirio. No hay error posible dada la distancia geográfica de estos lugares con respecto al frente. Bombardean zonas con una gran concentración de población, sin ningún tipo de piedad. Además la ciudad está llena de francotiradores del Régimen que disparan a matar como si fuese un juego de dardos. Un niño pequeño con un disparo en el pecho, en la cabeza o en las piernas, no es un daño colateral, ni un error. El francotirador ha tenido el tiempo suficiente para ver quién era su víctima, y aún así disparar a sangre fría. Me resulta incomprensible.


¿Cómo se ve el conflicto de Siria desde aquí, ahora que has vuelto unos días a España?


El mundo debe darse cuenta de que las guerras no son partidas de Risk, que tras los términos políticos y los intereses geoestratégicos hay gente normal, como tú y como yo, muriendo, perdiendo las piernas, los brazos, viendo morir a sus hijos, hermanos o madres. No se puede negar la evidencia. También he de decir que las guerras no acaban o desaparecen porque no salgan en los medios. Es muy triste y muy cruel que las noticias pasen de moda, dejen de interesar porque ya no son novedad. ¿Cómo le explicas a una madre que ha perdido a su niño que los medios no cuentan su historia porque ya no interesa, porque ya no es “carne fresca”?


¿Cómo es tu trabajo de fotógrafa en Siria?


Difícil, como el de cualquier otra persona que esté allí dentro. Soy freelance, es decir, trabajo de forma independiente. He estado vendiendo mi trabajo eminentemente a EPA (European Pressphoto Agency) que en España distribuye EFE. También he colaborado con algún magazine alemán por mi cuenta, concretamente con Focus, y en España con la revista Tiempo. Lo bueno de trabajar para una gran agencia es que tiene un alcance muy amplio. La mayoria de los grandes medios de comunicación mundiales están adscritos a EPA, por lo que he podido publicar en medios muy importantes. Lo que me preocupa es que todos los periodistas españoles que están marcando la diferencia hoy día están trabajando con medios extranjeros porque en casa no contestan ni a los mails.


¿Hay más mujeres fotógrafas freelance trabajando allí?


Ahora estoy de vuelta a España temporalmente pero cuando estaba allí éramos 3 o cuatro. Dos redactoras, Clare Morgana Gillis, de nacionalidad americana, y Ethel Bonet, española. Y creo que había otra fotógrafa, Alice Martins, aunque no me crucé con ella.


¿Cuáles son tus siguientes proyectos?


Ahora mismo, Siria sigue muy presente en mí. En unos días vuelvo allí. Esperemos que los medios nos dejen contar lo que ocurre. Tengo otros proyectos comenzados, pero prefieron no hablar de ellos para no gafarlos.


¿Qué foto destacarías de las que has hecho en Siria o en otros lugares?


Más que con una foto en concreto me quedo con el poso que me deja lo vivido, los sonidos, los olores, el sufrimiento de la gente, la soledad.... De todas formas no soy fotógrafa de una sola foto. Suelo trabajar por reportajes, contando historias en las que la narrativa visual, cómo cuentes la historia, es lo importante.



¿Crees que el fotoperiodismo, como el periodismo, está en crisis?


El periodismo no está en crisis, los que están en crisis son los medios de comunicación. No se adaptan a los nuevos formatos o lo hacen a costa de no querer pagar costes de producción a los profesionales. Se han acomodado muy bien al término 'freelance' dejando que nosotros, los periodistas, ya seamos redactores, fotógrafos, videógrafos o todo a la vez (porque también lo exigen) paguemos todos los gastos que conlleva hacer un reportaje o cubrir una situación. El viaje, la estancia, el fixer (guía, normalmente local, que no solo traduce sino que suele trabajar de productor para realizar las historias), el transporte por zonas normalmente poco accesibles, lo cual encarece mucho el tema, la comida, el equipo, el seguro médico y del equipo fotográfico/videográfico/informático, el casco balistico, el chaleco antibalas, pagar autónomos... Además, en internet es difícil que te paguen las fotos y, cuando lo hacen, ofrecen un precio irrisorio en comparación con lo que nos hemos tenido que gastar. En papel, hoy día también. La situación está totalmente desequilibrada. ¿Cómo no vamos a estar en crisis los profesionales si tenemos que afrontar un gasto infinítamente superior a lo que ganamos?


En España no contestan ni los mails, bueno, solo cuando secuestran a algún compañero. Entonces llueven las llamadas y las entrevistas. Es ilógico. Hemos tenido que marcharnos a trabajar con agencias extranjeras que, dentro de lo malo, al menos nos dan de comer. Eso no quiere decir que esas agencias nos hagan contratos, seguros y demás. Hoy día es muy dificil que eso ocurra y es un verdadero problema. La imagen de enviado especial de algún periódico que tenemos en nuestra memoria colectiva desde hace décadas ya no existe.