Palestina

El cadáver de Yaser Arafat será exhumado el próximo martes

Una comisión creada por la Autoridad Nacional Palestina investiga las causas de la muerte del dirigente palestino, que tuvo lugar en 2004.

Yaser Arafat
La justicia francesa abre una investigación sobre la muerte de Arafat
AFP

El cadáver del histórico dirigente palestino Yaser Arafat será exhumado el próximo martes por un equipo de expertos franceses y suizos, bajo la supervisión de una delegación rusa, con el fin de tomar pruebas que ayuden a esclarecer las razones de su muerte.


"El próximo día 27 la tumba será abierta sin ninguna presencia de los medios de comunicación", dijo este sábado en rueda de prensa Taufik Tiraui, presidente de la comisión creada por la Autoridad Nacional Palestina (ANP) para investigar las razones de la muerte de Arafat en 2004.


Tiraui, que compareció ante los medios para explicar los procedimientos para la exhumación del cadáver y las investigaciones in situ, afirmó que todo se hará de acuerdo a la "soberanía palestina".


"Hay un acuerdo entre los palestinos y las diferentes partes", dijo el ex jefe de los servicios de inteligencia de la ANP, y explicó que el equipo judicial francés a cargo del caso se ocupará de la investigación en el terreno, pero que "sólo la Fiscalía palestina tomará testimonio a la gente".


Además de exhumar el cadáver, los investigadores franceses recuperarán ropa del difunto e interrogarán a las personas que trabajaron y estuvieron en contacto con Arafat entre el 1 de enero y el 28 de octubre de 2004, entre ellas sus médicos.


La muerte de Arafat fue denunciada el pasado mes de julio a un tribunal de la ciudad francesa de Nanterre por su viuda Suha después de que un instituto científico suizo, con la ayuda de la cadena de televisión Al Yazira, descubriera restos de polonio-210 en algunas de las ropas y utensilios más privados del mítico líder palestino.


Se trata de un material altamente radiactivo que apareció en cantidades anormales, y de confirmarse que el cadáver también las absorbió podría ser un indicio casi concluyente de que el líder palestino fue envenenando.


Según Tiraui, en la toma y análisis de pruebas biológicas del cadáver participarán tres equipos científicos: uno francés, otro suizo y un tercero ruso, y "los resultados serán entregados inmediatamente a los palestinos". "En un principio los franceses rechazaron hacerlo, pero el acuerdo final así lo exige", aseguró.


La delegación rusa actuará en calidad de observadora de todo el proceso, por petición expresa del presidente de la ANP, Mahmud Abás.


"Los palestinos escogimos a expertos rusos porque Rusia es amiga del pueblo palestino y porque sus expertos están muy capacitados", declaró a la agencia de noticias Maan el embajador palestino en Moscú, Faed Mustafa.


Arafat murió en un hospital militar cerca de París el 11 de noviembre de 2004 después de varias semanas de agonía en Ramala, donde llevaba tres años cercado por Israel. El por aquel entonces primer ministro israelí, Ariel Sharón, le acusaba de haber alentado la segunda intifada (levantamiento) y lo declaró "irrelevante" como socio para la paz en 2001.


El rápido deterioro de la salud de Arafat, y acusaciones en ese sentido por parte de su médico de cabecera de toda la vida, el jordano Ashraf Al Kurdi, alentaron todo tipo de teorías conspiratorias sobre un posible envenenamiento, que se vieron reforzadas por el descubrimiento del polonio por el Instituto de Radiación Física de Lausana (Suiza).


En el hospital militar de Percy no se le habían realizado pruebas de metales pesados a Arafat, por lo que nunca se supo si éstos tuvieran alguna relación con su fallecimiento.


A principios de noviembre el equipo de investigadores suizos efectuó una revisión preliminar de la tumba en Ramala, y el pasado día 13 el mausoleo fue clausurado a las visitas públicas. A continuación comenzaron los trabajos para la apertura de la tumba, situada a escasos metros del lugar donde estuvo confinado antes de ser trasladado a Francia, el complejo de la Mukata.


Tiraui también informó de que antes del levantamiento del cadáver habrá una breve ceremonia oficial y, tras devolverlo a la tumba, otra de carácter militar.