Francia

Juppé mediará en la caótica situación de la derecha francesa

El fundador del partido ofreció su mediación para acabar con la división entre los dos candidatos que se disputan la presidencia: Jean-François Copé y François Fillon.

Juppé afirma que el propio partido está en peligro.
Alain Juppé mediará en una caótica UMP
EFE/VICENT DAMOURETTE

El ex primer ministro francés Alain Juppé se convirtió este jueves en mediador para la caótica situación que atraviesa la conservadora Unión por un Movimiento Popular (UMP), el mayor partido de la oposición gala, dividido por los candidatos que aspiran a presidirla.


El partido alcanzó este jueves un caos notable antes y después del anuncio de Juppé de que intentaría mediar entre las divergencias abiertas entre dos de sus líderes que se disputan la presidencia del partido, Jean-François Copé y François Fillon.


Ambos reivindican la victoria en los comicios internos celebrados el pasado domingo, ganados inicial y oficialmente por Copé pero cuyo resultado contestó el ex primer ministro el miércoles, una situación que condujo este jueves a una situación de práctica implosión de la formación conservadora.


El fundador del partido, Alain Juppé, ofreció su mediación en forma de ultimátum que vencía a primera hora de la noche en Francia, un oficio aceptado por ambas partes antes del fin del plazo previsto, puesto que el ex primer ministro galo confirmó que obtuvo acuerdo.


"Propongo la creación de una instancia colegiada compuesta, bajo mi presidencia, de representantes de los dos candidatos y de personalidades que no se hayan manifestado", indicó Juppé en un comunicado.


Juppé comunicó posteriormente, y tras confirmar que los contrincantes aceptaban su labor, que en quince días la comisión que presidirá emitirá sus conclusiones, lo que prolonga medio mes el anuncio del resultado del tenso combate librado entre los candidatos.


Los dos rivales habían aceptado inicialmente la propuesta aunque Copé, proclamado el lunes vencedor por una comisión del partido, puso la condición de dejar antes trabajar a las instancias internas de la UMP, sospechosas de parcialidad según los partidarios de Fillon.


Copé, según los resultados proclamados se impuso por 98 votos, de los 175.000 que se registraron; los partidarios de Fillon están convencidos de que la victoria es de este si se tienen en cuenta votos no contabilizados en tres territorios franceses de ultramar.


Juppé, alcalde de Burdeos y primer presidente de la UMP tras su creación en 2002, hizo su propuesta de mediación con plazo de caducidad en una comparecencia en aquella ciudad en la que no ocultó su disgusto por la situación creada.


"Después de ese plazo, no tengo la intención de dejarme instrumentalizar por confrontaciones nocivas", advirtió el ex primer ministro.


La existencia de la UMP en juego


Y Juppé alertó incluso a sus colegas de partido que lo que estaba en juego no era únicamente la presidencia de la UMP sino "su existencia misma".


El ex primer ministro consideró "una bomba nuclear" que la resolución del conflicto entre Copé y Fillon se llegara a llevar ante la justicia ordinaria, tal como pretendía este último por desconfiar de los mecanismos internos (por verlos pro-Copé) y señaló no afrontar la situación con mucho optimismo. 


Durante las horas que siguieron a la oferta de Juppé las declaraciones subieron de tono, con agrias acusaciones mutuas e incluso anuncios de presentación de demandas ante la justicia.


Así lo fue la adelantada por el director campaña de Fillon, Eric Ciotti, quien anunció su intención de presentar demanda por difamación contra Jérôme Lavrilleux, director de gabinete de Copé, que protagonizó una larga declaración ante la prensa, a la que exhibió pruebas de supuestas y graves irregularidades durante la votación del domingo.


Todo el drama interno desplegado ante la opinión pública francesa, en un ejercicio realmente inusual de exhibición de rivalidades, coincidió además con la prestación de declaración ante un juez de Burdeos del expresidente Nicolas Sarkozy, por un caso de presunto abuso de debilidad de la heredera de L'Oréal, Liliane Bettencourt.


La presentación ante la Justicia del expresidente y la lucha abierta en su partido no impide sin embargo que, a ojos de los franceses, el antiguo inquilino del Palacio del Elíseo sea visto como el candidato favorito para llevar a los conservadores de vuelta a la presidencia.


Un sondeo publicado precisamente este jueves indica que Sarkozy es el ocupante ideal de la presidencia para el 52 % de los votantes de la UMP, por delante de los que preferirían ver allí a Fillon (un 24 %) y mucho más de los que querrían ver al oficialmente victorioso Copé: solo un 15 % lo querrían como jefe del Estado.