El presidente francés, François Hollande, se declaró en favor de "una Europa que avance a varias velocidades" con una zona euro reforzada con "una dimensión política", reformas que deberían abordarse a partir de 2013, una vez que se hayan resuelto las urgencias financieras de aquí a finales de año.

Hollande, en una entrevista publicada por varios diarios europeos, defendió que dentro del Eurogrupo -que reúne a los ministros de Finanzas de los países de la moneda única- su presidente tenga un mandato "claro y suficientemente largo" y también que sus jefes de Estado y/o Gobierno se reúnan cada mes para no actuar siempre con retraso.

Precisó que con ese Consejo de la zona euro no se trataría de excluir a los otros miembros de la UE, que podrían adoptar la moneda única, pero que tampoco pueden pretender decir cómo se tiene que gestionar, en una alusión apenas velada al Reino Unido, sin citarlo.

Para el presidente francés, la Unión Europea (UE), que en el futuro tendrá más de los 27 Estados actuales, es "un espacio político de solidaridad, un gran mercado, una voluntad de convergencia económica social y cultural" que habría que extender a la juventud, a la universidad, la investigación o la energía.

"Pero esta unión amplia no debe impedir las cooperaciones reforzadas" de los que quieran ir más lejos, como los que se han comprometido a aplicar la tasa sobre las transacciones financieras, indicó.

En vísperas de la cumbre europea de esta semana, Hollande insistió en que la urgencia ahora es aplicar los acuerdos de la celebrada a finales de junio: solucionar definitivamente el caso griego, permitir la financiación de los países que sufren la crisis de la deuda y poner en marcha la unión bancaria.

"Quiero que todas esas cuestiones estén arregladas de aquí a finales de año", subrayó antes de añadir que luego se podría abordar la reforma de los mecanismos de decisión y la profundización de la unión, que será el gran tema de comienzos de 2013.

Preguntado sobre cuándo ve posible la unión política, respondió que "después de las elecciones europeas de 2014", que deberían servir de consulta sobre el futuro de la UE.

En cuanto al papel que a su juicio tendrá la pareja franco-alemana en una Europa a varias velocidades, Hollande negó que tenga que ser una relación exclusiva, y que esos dos países no pueden decidir por todos los demás.

De sus contactos con Angela Merkel, contó que la canciller alemana "es clara, dice las cosas, y eso permite ganar tiempo".

Constató que Merkel "es muy sensible a las cuestiones de política interior y a las exigencias de su Parlamento. Lo entiendo, todos lo somos. Todos tenemos una opinión pública y nuestros debates democráticos. Pero nuestra responsabilidad común es que prevalezca el interés de Europa".