Para responder a un eventual ataque

Turquía refuerza su presencia militar en la frontera con Siria

Los ministros de Exteriores de la UE intentarán acercar posturas con su homólogo ruso para tratar de poner fin al conflicto sirio.

El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan (d), junto al secretario general de la Liga Árabe, Nabil Elaraby,
Turquía refuerza su presencia militar en la frontera con Siria
EFE

Tras interceptar el avión sirio el pasado miércoles y los últimos taques en una y otra dirección, el Gobierno de Turquía ha comenzado a reforzar su presencia militar en la frontera con Siria para responder a un eventual ataque del régimen de Bashar al Assad. Además, los ministros de Asuntos Exteriores de la UE intentarán acercar posturas con su homólogo ruso, Sergei Lavrov, para tratar de poner fin al conflicto en Siria a través de una solución diplomática. 


La escalada de tensión bilateral se desató el pasado 3 de octubre, cuando un obús procedente de Siria cayó en la localidad de Akakale, ubicada en el sureste de Turquía, acabando con la vida de cinco civiles: una mujer y sus cuatro hijos. Desde entonces, se han producido varias incursiones militares en ambas direcciones.


La tensión terminó de dispararse el pasado miércoles, cuando las autoridades turcas interceptaron un avión sirio que cubría la ruta Moscú-Damasco ante la sospecha de que transportaba material militar. Ankara sostiene que llevaba municiones para el régimen sirio, mientras que Damasco y Moscú aseguran que el cargamento era civil.


Precisamente, el secretario general del Servicio Europeo de Acción Exterior, Pierre Vimont, ha dado por hecho que los Veintisiete, entre otros asuntos, discutirán con Lavrov en la cena de este domingo en Luxemburgo el polémico incidente. La UE espera recibir clarificación sobre este punto, aunque reconoce que no puede "impedir" a ningún país tercero que deje de exportar armas al régimen porque no existe un embargo aprobado a nivel internacional por el Consejo de Seguridad de la ONU.


El Gobierno de Turquía, que cuenta con la autorización concedida la semana pasada por el Parlamento para realizar acciones en Siria, ha reforzado así la presencia militar en la frontera con Siria, según ha informado este viernes el diario 'Today's Zaman'.


Al parecer, el Ejército turco ha desplegado 250 vehículos blindados y armamento pesado en distintas localidades de las provincias de Sanliurfa, Mardin y Gaziantep para prevenir un eventual ataque terrestre desde el país vecino.


La Fuerza Aérea, por su parte, habría puesto en alerta sus bases en Diyarbakir y Malatya, enviando un total de 55 aeronaves, y, según Reuters, habría desplegado dos cazas, después de que un helicóptero sirio atacara la localidad siria de Azmarin, ubicada en la frontera.


Según las fuentes militares consultadas por 'Today's Zaman', el objetivo es, además de responder a un eventual ataque procedente de Siria, hacer frente a las incursiones del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).


Por otro lado, el líder "de facto" de la organización guerrillera del Partido de los Trabajadores del Kurdistán, Murat Karayilan, que se enfrenta desde hace décadas a Turquía, ha desmentido que el grupo esté ayudando al régimen sirio, como denuncia el Gobierno de Ankara, y ha estimado que el presidente Bashar al Assad "caerá tarde o temprano".


En una entrevista a Al Yazira, Karayilan lamenta que "Turquía no quiere ser parte de los cambios en Oriente Próximo", de ahí el conflicto, intensificado con la intervención internacional. "Por eso nos ataca Turquía, con la ayuda de Europa y de Estados Unidos. Todo está relacionado", explicó.


Acercar posturas


En este ambiente, los ministros de Asuntos Exteriores de la UE intentarán acercar posturas con Sergei Lavrov para tratar de poner fin al conflicto en Siria a través de una solución diplomática que permita iniciar un proceso de transición en el país, aunque fuentes diplomáticas ya han admitido la dificultad por las fuertes divergencias persistentes.


La "condición previa" de que el presidente sirio dimita antes para iniciar un proceso de transición democrática en el país que exige "la mayoría de la oposición y muchos socios de la comunidad internacional" con Estados Unidos y la UE a la cabeza constituye uno de los principales obstáculos para limar divergencias, según reconoció este jueves el secretario general del Servicio Europeo de Acción Exterior.


Rusia y China estarían dispuestos "hasta cierto punto" a aceptar la dimisión del régimen "en algún momento del proceso de transición", según explicó el diplomático francés. "No quieren que ocurra justo al principio", recalcó.


Otro de los problemas principales para avanzar en un proceso de transición política radica en la división entre los distintos grupos de la oposición --el Consejo Nacional Sirio, los Comités de Coordinación Local y el Ejército Libre Sirio entre otros-- y la dificultad de unirles a todos en torno a un líder que represente todas las sensibilidades y comunidades étnicas y sirva de germen para la creación de un Gobierno de transición provisional de la oposición, que constituya una alternativa "real" al régimen, según varias fuentes europeas.


Los Veintisiete darán 'luz verde' formal el lunes en Luxemburgo al refuerzo del embargo de armas al régimen prohibiendo a particulares y empresas europeas "comprar, importar o transportar armas del régimen" y a ofrecer "servicios de exportación" para transportar o asegurar cargamentos de armas para Damasco, así como para municiones, vehículos y equipos militares, según fuentes europeas.


También extenderán las sanciones individuales -prohibición de entrada en la UE y congelación de activos-- a otras 28 personas del entorno del régimen y dos nuevas entidades.


La UE descarta a priori un acuerdo a corto plazo para levantar el veto de Rusia a aprobar una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que abra la puerta a una intervención militar en Siria porque "no quiere repetir" el caso libio, según fuentes diplomáticas. Por ello, los principales esfuerzos se siguen centrando en mejorar el acceso de la ayuda humanitaria sobre el terreno y tratar de avanzar en la vía diplomática para resolver el conflicto.


Vimont ha reconocido en todo caso que "una operación militar es un fenómeno muy complejo" en el caso de Siria teniendo las capacidades de defensa del régimen, incluidas sus defensas aéreas y ha dejado claro que la creación de zonas tampón en la frontera, corredores humanitarios o la imposición de una zona de exclusión aérea requerirían en los tres casos "apoyo o asistencia militar" y contar "normalmente" con el respaldo de la ONU aunque hay excepciones como se ha visto en el caso de Kosovo.


"Esto no sería una operación pequeña, tendría que ser una operación de muy alto nivel, de una magnitud que no tendría nada que ver con Libia", ha asegurado.