Victoria de los conservadores

Los partidos proeuro ganan las elecciones en Grecia

La previsible formación de un gobierno de coalición en Grecia entre Nueva Democracia (ND) y los socialistas del Pasok tras las elecciones en Grecia es la opción preferida por los líderes europeos, aunque puede mantener la intestabilidad.

Elecciones en Grecia
Elecciones en Grecia_2
AGENCIAS

La previsible formación de un Gobierno de coalición en Grecia entre los conservadores de Nueva Democracia (ND) y los socialistas del Pasok, es la opción preferida por los líderes europeos, pero no cierra la posibilidad de más turbulencias internas ante la división entre los partidos y la sociedad.


Con los resultados de las elecciones generales de Grecia se espera que los mercados se sentirán aliviados este lunes, tras semanas de incertidumbre política por una posible victoria de la coalición izquierdista radical Syriza y el consiguiente bloqueo de la ayuda financiera a Grecia.


Las dos grandes formaciones que han controlado la política griega en las últimas décadas han sumado en las elecciones el 48%  del apoyo electoral y, si forman Ejecutivo, disfrutarán de mayoría absoluta en el Parlamento.


Frente a estas dos formaciones, que pactaron con la Unión Europea unos duros compromisos de austeridad, se alinean cinco formaciones parlamentarias, desde comunistas a neonazis, que, con mayor o menor radicalidad rechazan esas políticas de ahorro.


Como principal fuerza opositora se presenta Syriza, una coalición de izquierdas a la que los líderes europeos y el "establishment" griego habían señalado como una eventual puerta de salida de Grecia de la eurozona si llegaba a ganar las elecciones.


No ha sido así, ya que ha quedado segunda a menos de cuatro puntos de Nueva Democracia, tras una campaña electoral plagada de lo que su líder, Alexis Tsipras, ha calificado de "mensajes del miedo".


A esa derrota pudo haber contribuido el hecho de que Berlín y Bruselas hicieran serias advertencias a Atenas para que no se cambiaran los acuerdos sobre los créditos de ayuda firmados con el anterior gobierno heleno.

La oposición

Tsipras ha insistido en que quiere una Grecia europea y en el euro, pero sin someterse a las duras medidas de ahorro en las que muchos analistas ven la causa de la depresión económica que sufre el país. Tsipras anunció que mantendrá esa postura como una oposición fuerte, lo que, con un amplio apoyo social en la calle y 71 escaños en un Parlamento de 300, puede poner trabas a la coalición de dos partidos enfrentados tradicionalmente.


La ND de Andonis Samarás tendrá que aliarse con los socialistas liderados por Evangelos Venizelos, que sucedió a Yorgos Papandréu, quien fracasó en llevar a buen puerto a un país altamente endeudado y empobrecido.


Queda por ver la estabilidad de esta coalición en un país que ha entrado en el quinto año de recesión y cuya población se ha empobrecido visiblemente. Quienes habían visto estos comicios como un referéndum sobre la permanencia de Grecia en la Eurozona habrán observado que el electorado se ha decantado por la moneda única y contra la vuelta al dracma, la antigua moneda nacional .


En todo caso, el matrimonio de conveniencia entre ND y el Pasok, que se han acostumbrado a convivir desde noviembre bajo el liderazgo del tecnócrata Lukás Papadimos, es conocido en Bruselas y puede calificarse del más europeísta en el espectro político heleno.


La vocación europeísta de los griegos en los presentes tiempos adversos y de altos sacrificios se refleja también en el hecho de que más del 70% de la población sigue apoyando el euro.


Esta postura cobra especial relevancia ante el visible deterioro del estado de bienestar y la alarmante pérdida de poder adquisitivo para amplios sectores de la población, que en muchos casos ha caído en una pobreza desconocida en la Europa moderna.


Es destacable que un país de las dimensiones de Grecia, con una población que no llega a los once millones de habitantes y un PIB de poco más de 200.000 millones de euros haya acaparado la atención mundial con estos comicios, los segundos tras los del 6 de mayo pasado.