PATRIMONIO

Montañana recibirá 12 millones de inversión en 5 años para revitalizar este núcleo medieval

La Fundación restaurará varios edificios municipales y recuperará tres templos cedidos por el obispado.

Los patronos de la Fundación en la catedral de Barbastro, poco después de firmar los acuerdos.
Montañana recibirá 12 millones de inversión en 5 años para revitalizar este núcleo medieval
JOSé LUIS PANO

El núcleo medieval de Montañana, declarado Bien de Interés Cultural en 2003, recibirá en los próximos cinco años una inyección económica de 12 millones de euros que servirán para dar un impulso definitivo a su recuperación y lo convertirán en un destino turístico de referencia en la comarca de la Ribagorza.

La Fundación Montañana Medieval, constituida por Gobierno de Aragón, DPH, Comarca de Ribagorza, Ayuntamiento de Puente de Montañana, CHE, Ibercaja y diócesis Barbastro-Monzón, firmó ayer en la catedral de Barbastro tres acuerdos para seguir con la rehabilitación y el desarrollo del casco histórico de este pequeño pueblo pirenaico, fronterizo con Cataluña, y convertirlo en un foco turístico y de dinamización económica de la zona.

Marcelino Iglesias, presidente de la Fundación, y Ricardo Armengol, alcalde de Puente de Montañana -municipio al que pertenece este núcleo- rubricaron un primer acuerdo para traspasar el uso de algunos edificios emblemáticos de titularidad municipal con el fin de rehabilitarlos. Mientras, Iglesias también firmó un segundo convenio con el obispo Alfonso Milián para la cesión de la iglesia de Nuestra Señora de Baldós y las ermitas de La Capella y San Juan, de estilo románico, y organizar en ellas visitas guiadas.

Por último, todos los representantes de la Fundación sellaron un protocolo de actuación para impulsar la recuperación y dinamización de este conjunto histórico.

Los 12 millones de euros de inversión irán destinados a dotar a esta villa medieval de las infraestructuras necesarias para mantener su valor patrimonial, cultural y turístico, a la vez que garantizarán los servicios básicos para la población. Así, se ejecutarán accesos, redes viarias y eléctricas, equipamientos turísticos, deportivos y culturales y proyectos de rehabilitación de edificios y adecuación del entorno. Además, se llevará a cabo el acondicionamiento de los barrancos de San Juan y San Miguel y se incluirá el municipio en los planes de dinamización turística de Ribagorza.

Efecto similar a Aínsa o Alquézar

Con todo ello se espera conseguir, como recordó ayer Iglesias, un efecto similar al que han experimentado otras poblaciones aragonesas con conjuntos histórico artísticos de gran valor como Aínsa, Alquézar, Sos del Rey Católico o Albarracín, que tras una intensa actuación restauradora son hoy importantes focos de actividad turística de Aragón.

El acto contó con la presencia de los presidentes de la Diputación, Antonio Cosculluela; de la Comarca de Ribagorza, José Franch; de Ibercaja, Amado Franco -vicepresidente de la Fundación-; y del gerente de la Fundación, Pedro Olloqui, que calificó los acuerdos como "un ejemplo la colaboración de diversas entidades del ámbito público y privado".

El Gobierno de Aragón ha trabajado ya en los últimos diez años en la recuperación del conjunto medieval de Montañana y sus inmediaciones y, en este periodo, ha invertido cerca de 6 millones de euros. En julio de 2009 se dio el paso de constituir la Fundación Montañana Medieval para impulsar la recuperación integral del patrimonio de la villa. Un año después ya se está trabajando en la mejora de la carretera, se ha construido una zona de aparcamientos y se ha redactado el proyecto para convertir la casa de los maestros en un centro de visitantes y edificio polivalente.

En su intervención, el presidente Iglesias recordó que Montañana "estaba arruinada, abandonada" y que a partir de su recuperación "la vamos a reactivar no solo desde el punto de vista cultural e histórico sino como desarrollo de la economía de un territorio muy frágil". Por último, destacó la labor del Gobierno de Aragón para recuperar las zonas "que pertenecieron a la diócesis de Lérida y que estaban muy abandonadas".