El histórico salón del 'Tanto Monta' del antiguo Palacio Episcopal de Huesca sigue cerrado y en silencio. Y así continuará por tiempo indefinido. Desde enero pasado tendría que estar lleno de andamios en los que expertos restauradores debían enfrentarse durante dos años a la minuciosa labor de recuperar el artesonado de madera del siglo XV con la divisa de los Reyes Católicos que da nombre a la estancia, ya rehabilitada. Una amalgama de recursos judiciales paralizaron la actuación y las últimas noticias indican que, de momento, todo va a seguir igual. Al menos eso es lo que ha transmitido el Ministerio de Cultura a través de su técnica y directora del proyecto, Ana Carrassón, en los últimos días a José María Nasarre, responsable de patrimonio de la Diócesis de Huesca.

La sala tiene hace meses las paredes protegidas con placas metálicas a fin de preservarlas durante la restauración del alfarje, que el Ministerio de Cultura adjudicó a la empresa In Situ. Sin embargo, cuando los trabajos estaban a punto de comenzar un recurso presentado contra el concurso de adjudicación paralizó el proceso.

Nasarre recordó ayer que el Ministerio de Cultura, a través de la Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales, sacó a concurso en agosto de 2010 la restauración de la techumbre de madera o alfarje por 603.000 euros. La mesa de contratación resolvió el concurso a favor de la empresa citada, otorgándole una adjudicación provisional, mientras otra de las participantes que quedó excluida del concurso por haber hecho el estudio previo, recurrió. Los tribunales le dieron la razón y el Ministerio aceptó repetir el concurso. Fue entonces cuando la adjudicataria, sintiéndose perjudicada, decidió también llevar el asunto a los juzgados.

El proyecto de recuperación de la sala del Tanto Monta, que está cerrada desde los años 50 del pasado siglo, ha estado lleno de contratiempos. La primera intervención se planteó en 2002, para que formara parte de una gran exposición con motivo del 500 aniversario de la muerte de Isabel la Católica en 2004. El estado de la obra y la escasa información sobre ella hicieron inviable rehabilitarla en tan poco tiempo, por lo que se aplazó. Posteriormente sufrió otros retrasos hasta que finalmente el año pasado el Gobierno de Aragón acometió la recuperación de la estancia, con un coste de 500.000 euros. La previsión era que, a continuación, el Ministerio de Cultura restaurara la techumbre para poder abrir la estancia y darle un uso social y cultural.

Además, abrir el 'Tanto Monta' significaba el primer paso para acometer el proyecto más ambicioso de la diócesis: crear un parque arqueológico en el entorno de la catedral, la gran superficie en la que se conservan las ruinas de las diferentes dependencias que configuraban la catedral medieval, desde los claustros donde paseaban y oraban los canónigos a los trujales donde se guardaban los diezmos.

José María Nasarre comentó que el planteamiento, en el que deberían implicarse Ayuntamiento y Gobierno de Aragón, pasa por realizar una excavación arqueológica para saber exactamente qué restos hay y en qué condiciones se encuentran y consolidar los restos -entre ellos los arcos y trujales que están a la vista- y hacer viales y jardines con plantas arbustivas y aromáticas xerófilas. También habría que dotarlo de la adecuada iluminación, colocar mobiliario (bancos, etc.) y unificar la tapia o valla que delimita este espacio con la calle. "Sería un parque arqueológico que ganaría la ciudad y del que disfrutarían todos dentro de unos horarios delimitados", dijo Nasarre.

El responsable de Patrimonio de la diócesis explicó que además habría que recuperar los salones que hay bajo el Tanto Monta, dos zonas abovedadas a las que se accede desde este jardín , y que podrían albergar los archivos diocesanos. Su idea contempla establecer una comunicación entre las dos plantas, "mediante un ascensor exterior que no supusiera una agresión al entorno". Nasarre dijo que la alcaldesa, Ana Alós, le ha expresado su deseo de visitar el entorno con responsables del Gobierno de Aragón.

El salón del Tanto Monta tiene las paredes, recién recuperadas, cubiertas con placas metálicas para preservarlas durante la restauración del alfarje, que debía haber comenzado en enero pasado.