OBRAS

La falta de seguridad del monasterio de San Victorián condiciona su apertura

Estudian prohibir el paso en algunas zonas de la iglesia y el claustro cuando se abra a visitas.

El arquitecto Joaquín Naval explicó ayer los detalles de las obras a la consejera Broto.
La falta de seguridad del monasterio de San Victorián condiciona su apertura
MAMEN PARDINA

Las obras del Monasterio de San Victorián avanzan, aunque todavía no hay fecha para el inicio de las visitas anunciadas para este verano. La falta de seguridad en algunas zonas del claustro y de la iglesia podría obligar a acotar las zonas de paso para garantizar con ello la seguridad de las personas y que no se obstaculicen los trabajos pendientes. Aun así, desde el Ayuntamiento de El Pueyo de Araguás y la Comarca de Sobrarbe confían en que pueda incluirse en el programa de visitas guiadas que comienzan en julio.


La consejera de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón, María Victoria Broto, visitó ayer el cenobio para conocer el estado de las obras. La recuperación del interior de la iglesia era uno de los objetivos y este ya se ha conseguido con la consolidación de los muros del claustro, las yeserías y el revestimiento interior de los muros, así como las pavimentaciones originarias.


El arquitecto del proyecto, Joaquín Naval, explicó a la consejera los trabajos para recuperar las molduras y los arcos que definían este espacio barroco en el que, no obstante, se quiere mantener la huella de la ruina que afectó al edificio durante muchos años.


Donde se ha seguido trabajando ha sido en la eliminación de escombros y consolidación de la parte adquirida recientemente por el Gobierno de Aragón. El Palacio Abacial compartía cubierta con el claustro por lo que no se había podido intervenir hasta la compra de la parte privada por un montante de 270.000 euros.


A pesar que la fase de obras está muy próxima a su conclusión, nadie se atrevió a dar una fecha de apertura para las visitas. Se calcula que los trabajos podrían estar acabados en dos meses para poder contemplar el interior de la iglesia y parte del claustro. Además, se propuso usar la sacristía para proyectar un documental sobre el monasterio aprovechando su buena sonorización.


«Nuestro deseo es que en cuanto se pueda, se programen visitas pero lógicamente estas no pueden impedir que se continúen con los trabajos, por lo que primero será terminar las obras», apuntó la consejera Broto.


Por su parte, el arquitecto aseguró que la fase estaba a punto de concluirse pero recordó que «el conjunto tiene cierto riesgo al estar sobre una ladera», así que sugirió prohibir el paso en algunas zonas de la iglesia y del claustro por seguridad y para que éstas no impidan las siguientes intervenciones. «Será visitable aunque no sabemos cuándo», concluyó.


En cuanto al futuro de la parte del Palacio Abacial adquirida por el Gobierno aragonés, Broto apuntó que el proyecto tiene que ser un elemento de dinamización para la zona. « Podrá ser un centro de interpretación o un Parque Cultural, pero siempre pactado con el ayuntamiento y la comarca porque son los que gestionan este territorio», matizó.


Por su parte, el presidente comarcal, Enrique Campo, valoró la figura de Parque Cultural porque podría aglutinar la historia, el patrimonio y la naturaleza del conjunto y podría completarse con la cercana ermita de la Espelunga y otros lugares de interés.