BIENES DE INTERÉS CULTURAL

La DGA declara BIC los 24 bienes más valiosos de los retenidos en Lérida

Son obras del obispado de Barbastro, como la arqueta de Buira o el frontal de Treserra.

Joyas como el frontal de Treserra o la arqueta de Buira, junto a otras 22 piezas sacras, ya son Bienes de Interés Cultural en Aragón. La DGA ha concluido los expedientes para proteger 24 de las 112 obras de arte sacro pertenecientes al obispado de Barbastro-Monzón y que se encuentran retenidas en el Museo Diocesano de Lérida. Y ayer, el Consejo de Gobierno aprobó el decreto correspondiente para dar a estos bienes el máximo grado de protección que contempla la ley de patrimonio, y del que gozan también en Cataluña, que ya los catalogó en su día dentro de su estrategia de blindaje para evitar su entrega.


Esta declaración, recordó el Ejecutivo autonómico, «se produce una vez concluidos los procedimientos de reconocimiento de que la propiedad de las mismas corresponde a la diócesis de Barbastro-Monzón y en previsión de su vuelta a Aragón».


Cabe recordar que el Gobierno aragonés abrió un primer expediente en 1999, pero nunca llegó a concluirlo y finalmente lo archivó días después de iniciar el nuevo. Las piezas ahora catalogadas fueron sometidas en Lérida a un estudio exhaustivo por parte de técnicos del Departamento de Cultura. El citado informe, añadieron las mismas fuentes, incluye tanto la descripción y valoración histórico-artística de los bienes como la recopilación y análisis de la documentación histórica relativa a su titularidad y procedencia.


Son las obras de mayor valor de todas las que forman parte de esta colección emigrada. En concreto, se trata de la tabla de San Blas de Algayón, el frontal de San Hilario de Buira, la casulla del Árbol de Jesé de Roda de Isábena, la casulla de San Ramón de Roda, la capa pluvial de San Vicente de Roda de Isábena, la capa pluvial de San Pedro y la casulla de San Vicente (de la misma procedencia que las anteriores), la talla de la Piedad de Ardanué y el cuenco y el sagrario de Benavente de Aragón. También figuran la arqueta de Buira, la talla de Santa Ana de Capella, la tabla de San Martín de Lascuarre, el retablo de San Antonio Abad y la predela con escenas hagiográficas de Monzón, el retablo de San Cristóbal de Santaliestra, la tabla del Calvario de Tamarite de Litera, el frontal de San Vicente de Treserra, la predela de Santa Lucía y San Bernardino de Zaidín, la tabla de San Juan Bautista y la tabla de la Virgen María de la misma localidad, las tablas del Nacimiento y la Epifanía, la Ascensión y Pentecostés de Binaced y el altar de la Virgen de Portaspana.


Además, otras 86 de las piezas retenidas en Lérida ya se declararon en febrero Bienes Inventariados del Patrimonio Cultural Aragonés.


Cuando el proceso salió a información pública, el Gobierno catalán presentó sendos recursos de reposición contra las catalogaciones aragonesas, a las que se sumaron luego los del consocio del Museo de Lérida, pero la DGA los desestimó, por lo que la Generalitat puede recurrir ahora ante los tribunales de lo contencioso-administrativo, como ya hizo tras la reciente declaración del frontal de Berbegal como BIC.


Por otra parte, la Asociación de Acción Pública para la Defensa del Patrimonio Aragonés (Apudepa) celebró ayer la protección otorgada a las 24 piezas, que, según afirmó, «ha sido posible gracias a las instancias» presentadas por este colectivo.