AÑO NUEVO CHINO

Feliz año del dragón

La Asociación de Familias Adoptantes de Aragón celebró el Año Nuevo chino en Huesca para introducir a sus hijos en su cultura de origen.

Arroz con piña, uno de los platos del menú
Feliz año del dragón
J. S.

Cerca de 80 personas de todas las edades celebraron ayer en Huesca el Año Nuevo chino, dedicado en esta ocasión al dragón, gracias a una iniciativa de la coordinadora en Huesca de la Asociación de Familias Adoptantes de Aragón (Afada). La celebración tuvo lugar en el restaurante Asia de la capital oscense y contó con un menú tradicional propio de esta festividad.


Tras el aperitivo, a base de mandarinas, inauguraron así la carta los ‘jíxíang sânbâo’ o entremeses ‘tres tesoros’, a los que siguieron otros 12 platos, como la ‘xièhuán châoniángâo’ o pasta de Nien de cangrejos, los ‘shíjîn yóuyújuân’ o ‘calamares bella flor’ y uno de los que más gustó a los asistentes, la ‘fúzhú xînchûn’ o ‘nueva primavera bienaventurada’, a base de vegetales de temporada.


“En Huesca, la mayoría de las familias miembros de Afada estamos vinculadas con China, ya que los niños adoptados provienen de allí, y la celebración del Año Nuevo es una parte muy importante de su cultura”, explica Olga Ordás, delegada de la coordinadora de la asociación en Huesca. Desde hace seis años, organizan, entre otras actividades y junto con esta festividad, clases de chino tanto para niños como para adultos. Se trata de que los pequeños conozcan en profundidad la cultura de su país de origen. Por ello, el menú que pudo degustarse ayer estaba compuesto por recetas típicas del gigante asiático, muy diferentes a los platos que suelen encontrarse en este tipo de restaurantes.Cuidada preparación

La familia propietaria del restaurante viajó expresamente hasta Barcelona para hacerse con algunos de los ingredientes necesarios para elaborar esta primera comida del año. “Se trata de una forma de introducir a los niños en la cultura china. Saben que ahora entra un nuevo animal del horóscopo –en este caso, el dragón- cuyo signo tendrán los nacidos en este año y que se repetirá dentro de otros doce”, asegura la portavoz de Afada.


La asociación también cuenta con dos profesores que imparten clases de chino, tanto para niños como para adultos. Afada trabaja además para hacer más fácil la adopción yla posterior adaptación de los pequeños y sus familias. “Tenemos la sede central en Zaragoza. Allí realizamos cursos, trabajamos con grupos de padres y adolescentes, contamos también con psicólogos, todo ello encaminado a ayudar a nuestros hijos, independientemente de la etnia a la que pertenezcan”, señala Ordás.

Ingredientes escogidos

En la mesa de Olga, uno de los platos que más ha gustado ha sido la pasta de Nien con cangrejo. “Se pone en remojo un día antes”, explica su marido, Ángel Luis Lasierra. “El cocinero se dirigió a mercados chinos de Barcelona. El ‘rollito’ clásico que conoce la gente viene del barrio de Chinatown de San Francisco, al igual que las galletas de la suerte. Si pides estos platos en China, no se conocen”, señala Ángel Luis.


Solo se echaron en falta los dragones. “No es solo montar el dragón, también hace falta una pequeña orquesta con platillos, bombos y tambores, y una danza. Ojalá contásemos con un grupo que supiese cómo llevar todo ello a cabo”, aseguró Ángel Luis. En cuanto a sus deseos para el nuevo año del dragón, este miembro de Afada pidió “que la asociación siga creciendo, porque cuantos más seamos, más actividades se pueden realizar y más fuerza se puede tener ante la sociedad y ante las instituciones”.


“Este año el menú ha sido más equilibrado que el año pasado. Entonces hubo unos platos de pescado difíciles de comer para nosotros, este año ha sido más sencillo. Y la cerveza china que, aunque un poco dulzona, ha resultado fantástica”, interviene Miguel Comín. “Lo que hemos apreciado realmente es que se trata de comida que no encuentras en los restaurantes. Lo más interesante ha sido probar la ‘nueva primavera bienaventurada”, añadió Teresa Sas, otra de los asistentes.


Ambos asisten también a las clases de chino que organiza la asociación. “Aprendemos el idioma y sobre todo, disfrutamos de la compañía y de las experiencias de cada uno. Su profesor, Minchong, explica que “para algunos chinos, que tienen determinadas creencias, el año del dragón es muy especial. Para mí, no. Todos los años tenemos los mejores deseos”.