El estado del monasterio de La Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes, en Sariñena, es lamentable y siguen sin llegar soluciones. El agujero del chapitel de la torre campanario sigue creciendo y bajo la cubierta continúan deteriorándose los más de 2.500 metros cuadrados de frescos pintados por fray Manuel Bayeu, discípulo y cuñado de Goya.

Aquellos que visitan el enclave, que está abierto los domingos de 9.00 a 14.00 y el día 15 de mayo con motivo de San Isidro, coinciden en denunciar el total estado de abandono. A las afecciones exteriores, se suman las humedades y grietas que exhibe la lonja del inmueble o los graves daños que sufren las pinturas de la nave principal y de las nueve capillas.

La causa está en la dejadez o el mal uso del espacio, ya que fue utilizado como redil y granero e, incluso, muestra graves afecciones derivadas del intento de convertirlo en balneario.

El Gobierno de Aragón y la familia Bastarás, propietaria del inmueble, iniciaron hace más de tres años negociaciones con el fin de que el enclave pase a manos públicas y aún no ha trascendido ningún avance. Ambas partes se escudan en la "complejidad" de alcanzar un acuerdo. Ante esta situación, los responsables políticos de CHA Monegros visitaron ayer el encalve, declarado Bien de Interés Cultural en 2011, y anunciaron que presentarán una nueva moción sobre el patrimonio monegrino en el próximo pleno comarcal.

En concreto, Chusé Rozas, portavoz de la formación, apuntó que solicitarán la realización de un informe técnico sobre el estado de La Cartuja y, al mismo tiempo, exigirán una mayor apertura del monasterio de Sijena e, incluso, propondrán "fomentar los atractivos turísticos del conjunto formando por la Laguna de Sariñena y las saladas de Bujaraloz". Además, pedirán la reapertura al público del centro de interpretación de la Guerra Civil española de Robres y que lleva 3 meses cerrado.

Luis Lax, candidato al Congreso por la coalición CHA-IU, calificó de "lamentable" el estado de La Cartuja y exigió al Gobierno de Aragón que "aplique la Ley de Patrimonio", es decir, que exija al propietario la rehabilitación del enclave o utilice la vía de la expropiación. También aprovechó el acto para pedir la intervención de la administración estatal en el litigio de los bienes de Sijena retenidos en Cataluña.