Campus oscense

Comida con acento inglés en el campus oscense

El inglés se sienta a la mesa en una actividad organizada por el área de Cultura del campus de la Universidad de Zaragoza en Huesca.

Sloane Goldstein, con el cartel de la actividad
"Could you pass me the salt, please?"
JAVIER SÁNCHEZ

Muchos de los que hayan estudiado inglés en un momento determinado de su vida pueden saber cómo se pide en la mesa el salero o la jarra del agua. Pero, ¿Y mantener una conversación sobre las elecciones generales con un invitado angloparlante? Las facultad de Empresa y Gestión Pública y la Escuela Politécnica Superior de Huesca han puesto en práctica la actividad ‘Comer en Inglés’, que permite, en las cafeterías de ambos centros, mantener una conversación distendida en este idioma con alumnos ‘erasmus’ o visitantes. Ya sea para ampliar conocimientos o bien para desempolvar los ya adquiridos, todo el que quiera es bienvenido en esta ‘English corner’ oscense, todos los miércoles, de 14.15 (a las 14.30 en la Politécnica) a 16.00.


“Tenemos nuestra propia mesa”, explica Rasa Pachutko, organizadora de la actividad junto a su compañera Consuelo Caprivoli, italiana, al tiempo que señala una de las mesas de la cafetería de la facultad de Empresa, decorada con una bandera inglesa. “También traemos prensa de habla inglesa, con el fin de que surjan temas de conservación y tenemos la suerte de contar además entre nosotros con una amiga americana, ya que el inglés no es nuestra lengua materna”, relata Rasa.


Rasa y Consuelo, son alumnas del programa de Voluntariado Europeo y decidieron organizar esta actividad a petición del Área de Actividades Culturales del campus oscense de la Universidad de Zaragoza. “Vamos a estar aquí 9 meses y esta iniciativa no está sirviendo para poder conocer a gente y poder practicar también esta lengua. Antes estuve en Valladolid y de no practicarlo se me estaba olvidando”, asegura Pachutko. Piensa, asimismo, que los oscenses que han acercado hasta el momento a compartir con ellas la mesa “tienen un buen nivel de inglés. Es algo que nos sorprende, porque por lo general, los españoles no suelen hablarlo tan bien”.

Perder la vergüenza


La amiga americana a la que se refería Rasa es Sloane Goldstein y ha viajado hasta Huesca desde California para estudiar Ciencias del Deporte. “Me enteré de esta actividad y decidí venir, porque quiero ayudar a la gente en el aprendizaje de este idioma”, asegura. En su opinión, lo que más cuesta a los españoles es la pronunciación. Reconoce también que el inglés puede resultar una lengua difícil de aprender y anima a todo aquel que lo esté haciendo “a perder la vergüenza” a la hora de ponerla en práctica.


Quienes no tienen ninguna vergüenza a la hora de practicar el idioma son Ana Belenguer y Daniel Villacampa, estudiantes de Magisterio y de Química, respectivamente. “Es la primera vez que venimos y queríamos probar a ver qué tal. De momento, nos estamos conociendo. Además, se trata de una rutina de un día a la semana, que permite que no se te olvide el idioma”, asegura Ana. “En mi opinión, lo más importante es coger fluidez, ya que te encuentras en una situación en la que tienes que hablar con los demás y no te queda otra que tener esa agilidad”, añade la joven. Para su compañero, resulta, por otra parte, muy enriquecedor poder compartir esta actividad con hablantes nativos. “Nos ayudan con la pronunciación y adquirir vocabulario que nos puede faltar”, asegura Daniel.


También se ha acercado a compartir la comida, precisamente, una profesora de inglés, Carmen Plana, quien asegura que se trata de una buena oportunidad para poder practicar inglés a un buen nivel, algo que no puede hacer normalmente. “Es mi primer día y espero poder encontrar gente que hable inglés de una forma más o menos fluida, así como poder llevar conversaciones sobre cosas que nos puedan interesar a todos, como la actualidad, cine, música…”, comenta Carmen. Sobre la mesa, promete olvidarse de su trabajo como docente. “En el lenguaje oral no se es tan exigente como en el escrito. Se permiten más fallos porque lo que importa es comunicarse”, añade.