El largo proceso de rehabilitación del puente medieval de Capella llega a su fin con la recuperación del pavimento original y la adecuación de su entorno, que se está llevando a cabo estos días. Los trabajos de recuperación se vienen desarrollando desde hace más de una década, a la que ya se le adivina un próximo final.

Los trabajos se están centrando en la retirada de la capa de cemento con la que se pavimentó el puente durante la década de los 50 para facilitar su uso por los vehículos agrícolas, y la recuperación del pavimento original, si ello es posible, o su sustitución por materiales idénticos y de similar procedencia a los que originalmente conformaban su suelo. La iluminación completará el proceso de rehabilitación de este conjunto monumental.

Cabe recordar que hasta los años 90, este puente fue la única comunicación existente entre Capella y una importante parte de su término municipal que se extiende al otro lado del río Isábena. La llegada de la mecanización al campo, los cada vez mayores vehículos que utilizaban esta vía y algún que otro descuido por parte de los conductores fueron pasando factura a la fábrica de uno de los más majestuosos y bellos puentes medievales existentes en Aragón y declarado en 2002 Bien de Interés Cultural, en la categoría de Monumento.

«Recuperar de una vez por todas el puente en todo su esplendor es uno de los principales objetivos de nuestro consistorio», explica Ángela Sarriera, la alcaldesa de Capella, que lo define como «una auténtica seña de nuestro municipio».

Iluminación

Los trabajos de recuperación del pavimento se van a prolongar por espacio de entre tres y cuatro meses, son financiados con fondos del Cedesor y los realiza la empresa Coanfi. Por su parte, la iluminación externa del puente está financiada al 50% por la consejería de Presidencia de la DGA, mientras que la Fundación Endesa se hace cargo del otro 50% de los gastos de estos trabajos que, llevados a cabo por la empresa Ballelectric, consistirán en la instalación de cuatro torres externas sobre los que irán montados los focos para dar luz al conjunto.

Entre el XII y el XIV

El puente de Capella es una soberbia armazón pétrea de estilo románico construida entre los siglos XII y XIV y está considerado como una de las obras de ingeniería medieval más importantes de España. Con algo más de cien metros de longitud, salva el curso del río Isábena mediante dos rampas en forma de 'lomo de asno' sobre un gran ojo central de arco de medio punto y otros tres a cada lado -hay un octavo arquillo en la margen derecha que rompe la simetría-, progresivamente de menor luz.