Bolea se engalana hoy de rojo cereza con la mirada puesta en el cielo

Los vecinos de Bolea han mirado al cielo esta semana más que nunca ya que las lluvias (el miércoles cayeron 60 litros) amenazaron con deslucir la XI edición de la Feria de la Cereza, que hoy engalanará de color rojo vivo las calles de esta villa de la Comarca de la Hoya. Cuatro puestos oficiales y algunos más de particulares pondrán a la venta miles de kilos de este delicioso fruto, aunque los organizadores temen que este año no se podrán alcanzar las cifras récord de las últimas ediciones (entre 7.000 y 8.000 kilos vendidos en un solo día) por la adversa climatología.

Bibi Sanvicente, presidenta de la Asociación de Amas de Casa 'A Cerecera', una de las entidades impulsoras del certamen, reconoce el "desánimo" entre los vecinos de Bolea "porque la lluvia ha hecho bastante daño al fruto, que al fin y al cabo es la estrella, y no se va a poder recolectar tanto como otros años ni tantas variedades distintas ya que de cada cinco cerezas han tenido que tirar dos porque se han abierto". No obstante, también deja claro que el producto que se sacará a la venta "será de muy buena calidad".

La temporada de alargará a julio

El lado positivo es que aún queda tiempo para poder recuperar la cosecha antes de que finalice la temporada. "La primera variedad llevaba diez días de retraso con lo cual si a partir de la semana que viene llega el buen tiempo, se podrá recoger muchísima cereza todavía porque la recolección quizá se alargará este año hasta mediados de julio", augura la presidenta de la asociación 'A Cerecera'.

La feria abrirá de 11.00 a 21.00. Además de los puestos de venta, habrá 22 expositores de artesanía entre quesos, embutidos, alfarería... "Teníamos muchas más solicitudes, pero no caben más puestos en la plaza Mayor y no queremos desplazarla de allí porque lo normal es que la feria se celebre en el centro del pueblo", señaló.

Además, el programa incluye actuaciones musicales de los Dulzaineros de Aragón y de Biella Nuei, demostraciones de bolillos y del proceso de la lana y un taller de alfarería. También habrá visitas guiadas a la colegiata de Bolea, una jornada de puertas abiertas en el Museo Etnológico Santas y una exposición de trabajos elaborados por alumnos del colegio.

Bibi Sanvicente confía en que a pesar de todo, el certamen vuelva a ser un año más un éxito. "Lo que se pensó hace una década que iba a ser un simple acto del pueblo, ha pasado ya a las páginas de oro de su historia porque cada vez nos visita más gente y la cereza de Bolea ya se conoce fuera de Huesca y de Aragón". A la calidad del producto ayuda, a su juicio, el microclima de la zona y el esfuerzo de los productores para ir incorporando nuevas variedades.