ARTE

Arte como terapia para la discapacidad física o intelectual

El Centro de Arte (CDAN) ha desarrollado un proyecto educativo en colaboración con asosiaciones y servicios asistenciales.

Un grupo de participantes del programa, en el CDAN
Arte como terapia para la discapacidad física o intelectual
CDAN

Un espectador frente a una obra de arte. Un momento íntimo, que quiere acercarse a todos los públicos. Y esto último no es la típica coletilla. El Centro de Arte y Naturaleza (CDAN) de Huesca lo ha conseguido con un programa para incluir el arte contemporáneo como parte de la educación especial: como disfrute, como terapia... Un grupo de pacientes con enfermedades mentales graves conocieron el trabajo del artista Albert Gusi en un taller compartido. Fue el colofón a una experiencia en la que se ha trabajado también con personas con discapacidades físicas e intelectuales, que servirá de modelo para otros centros museísticos. A partir de ahora, como resumió ayer la directora del Centro de Rehabilitación Psicosocial Santo Cristo de los Milagros de Huesca, Priscila Monclús, es algo “imparable”.


La aproximación al arte ha conseguido resultados positivos incluso en personas en proceso de adquirir las habilidades básicas para su cuidado diario. Las conclusiones teóricas de esta experiencia, que por iniciativa del centro La Panera de Lérida se ha desarrollado conjuntamente con el CDAN y Es Baluard de Palma de Mallorca, se recogen en el libro ‘Arte contemporáneo y educación especial’, que presentó ayer el centro oscense dirigido por Teresa Luesma. Los museos ya están preparados para ser centros “inclusivos”, después de dos años de trabajo.


Las educadoras del CDAN, Elena de Diego y Arantza Gracia, han trabajado en colaboración con especialistas en este tipo de pacientes para desarrollar las actividades que han consistido en talleres y excursiones para mostrar la actividad de los museos a los distintos colectivos. Por un lado, se contactó con la coordinadora CADIS, que agrupa a 17 asociaciones de discapacitados. Su gerente, Marta Peña, agradeció ayer este proyecto por la “inquietud” de promover medidas integradoras del ocio para los discapacitados.


Por su parte, el psiquiatra y coordinador de la Unidad de Salud Mental del Sector Huesca, Javier Olivera, recordó que algunos de los grandes artistas de la historia tenían graves trastornos mentales. Aunque resaltó que ya se utiliza el arte como terapia y modo de expresión de los pacientes, resaltó esta experiencia que aprovecha el arte para que lo disfruten como “espectadores”. En este sentido, destacó que se puede trabajar con personas con retraso mental, como Síndrome de Down;, con enfermos mentales graves, como trastornos psicóticos; o con enfermedades degenerativas, como el alzhéimer. No obstante, apuntó que hay que evitar las exposiciones relacionadas con la violencia, la muerte... que puedan generar malestar.


A la presentación también asistió la concejal de Cultura, Teresa Sas. Para Priscila Monclús, con cuyos pacientes se ha trabajado, no solo la iniciativa es “imparable” sino que contar con un centro de arte con la sensibilidad del CDAN “es un lujo”.