Unos versos de la 'Eneida', en la portada de la antigua catedral de Roda de Isábena

Juan Ramón Ugarte, estudioso del románico, defiende que uno de los capiteles representa un pasaje de la obra de Virgilio.

El capitel que podría representar un pasaje de la 'Eneida', según Juan Ramón Ugarte.
El capitel que podría representar un pasaje de la 'Eneida', según Juan Ramón Ugarte.
Juan Ramón Ugarte

"A nadie se permite bajar a las profundas regiones de las sombras si antes no logra arrancar del árbol la rama de flotantes hojas de oro. Es un don que ha dispuesto se le ofrezca la hermosa Proserpina". Estos versos de Virgilio en la 'Eneida' pueden ser más que una simple referencia literaria. Quizá están esculpidos en piedra en la fachada de la antigua catedral de Roda de Isábena. Al menos así lo defiende el estudioso y especialista en arte románico Juan Ramón Ugarte. El próximo 7 de octubre presentará su hipótesis en una jornada sobre románico que se va a celebrar en la localidad ribagorzana y que contará además con la participación de Domingo Buesa y Gerardo Boto.

"Ese capitel (el primero por la izquierda en la portada) siempre me ha parecido muy interesante –señala el estudioso–. Tradicionalmente se ha identificado con un pasaje del Génesis, 3, con Eva presentando el fruto prohibido a Adán. Pero, además de esa interpretación, caben otras".

La antigua catedral de Roda de Isábena fue construida en los siglos XI y XII, y los especialistas suelen fechar la portada en el siglo XIII. La puerta está flanqueada por seis columnas a cada lado, cuyos capiteles están, lógicamente, labrados. Los del lado izquierdo, además del ahora reinterpretado, representan la bestia apocalíptica, el Sacrificio de Isaac, San Ramón, la psicostasis (San Miguel pesando el alma de los difuntos) y la Presentación en el templo. En el lado derecho, la huida a Egipto, la lucha de un caballero con un león, la Adoración de los Magos, la Visitación, la Natividad y la Anunciación.

Eneas y la Sibila

"Lo que se ve en ese capitel puede interpretarse de otra manera –subraya Juan Ramón Ugarte–. Y lo digo con el máximo respeto a todos los especialistas que lo han estudiado hasta ahora. La escena del pecado original se representa habitualmente con Eva desnuda, mostrando la manzana con la mano derecha y tapándose el sexo con la izquierda, con Adán llevándose la mano a la garganta y la serpiente enrollándose en el árbol del Paraíso. En el capitel de Roda de Isábena, si uno elimina cualquier juicio previo, lo que ve es una mujer vestida que en su mano derecha lleva una rama. Junto a ella, un hombre; y a la altura de la rodilla, un perro. En mi opinión, y con todo respeto para otras interpretaciones, lo que se ve en el capitel es un pasaje de la 'Eneida'".

Es decir, que a quienes representó el escultor de Roda, según Ugarte, fueron Eneas, la Sibila de Cumas, Can Cerbero y la Rama Dorada. Ahora bien, ¿por qué luce ese tipo de escena en la portada de un templo románico? Ugarte subraya que es posible tener una visión cristianizada de las obras de Virgilio, y que el vínculo puede establecerse a través de San Agustín. "Los canónigos agustinianos de la catedral de Roda conocían la obra de San Agustín –apunta–, y no olvidemos que este profesaba gran admiración por Virgilio. También, como ha demostrado la historiadora Ana Isabel Lapeña, conocían la 'Eneida', porque ha documentado la existencia en su biblioteca de un ejemplar de esa obra. Y fueron ellos los que encargaron qué tenía que representarse en los capiteles".

Para acompañar la presentación de esta hipótesis se ha realizado una edición (‘La Rama Dorada. Antigüedad Clásica en Roda de Isábena. Una lectura cristiana del universo virgiliano’) donde Juan Ramón Ugarte, con abundancia de datos eruditos, presenta sus conclusiones.

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