La banda acusada de 115 delitos en más de 30 pueblos se gastaba el botín en apuestas 'on line'

Empezaban por asaltar el ayuntamiento, seguían por el local social del pueblo y acababan forzando la puerta del bar o de la farmacia. En una misma noche, eran capaces de robar hasta en cinco o seis lugares diferentes, e incluso de actuar simultáneamente en dos grupos separados para dificultar su localización. Al final, los nueve integrantes de esta banda de ladrones, especializados en el robo en instalaciones municipales, han acabado cayendo fruto de su codicia. La Guardia Civil les atribuye 115 robos con fuerza, hurtos y daños cometidos desde el mes de septiembre de 2015 en más de treinta localidades de las comarcas del Somontano, Monegros, Cinca Medio, la Litera, Ribagorza, Sobrarbe y la Hoya de Huesca.

El grupo había hecho de estos delitos su medio de vida y gastaba buena parte del botín en juegos de apuestas ‘on line’, a la que eran aficionados varios. En total, la denominada operación Arricas se ha saldado con nueve detenidos, todos hombres, de entre 22 y 46 años. Hay seis españoles, dos rumanos (padre e hijo) y uno con doble nacionalidad, hondureña y española. Tienen lazos de amistad entre ellos y residen en Barbastro, Binéfar, Monzón y Tamarite de Litera. El juzgado de instrucción número 2 de Monzón decretó el ingreso en prisión del cabecilla y para el resto, libertad con cargos. Algunos tienen antecedentes penales.

Prueba de su intensa actividad delictiva, que provocó gran alarma social en buena parte de la provincia, es que desde su desarticulación el pasado 8 de abril ha caído el número de delitos. Según indicaron fuentes de la Guardia Civil, casi un 90%. Su objetivo preferido eran las instalaciones municipales: guarderías, campos de fútbol (como los de Sariñena y Binéfar), básculas, piscinas, ayuntamientos, locales sociales... También asaltaron bares, supermercados, cooperativas o farmacias. "Llegaban a pueblos pequeños, empezaban por un sitio y seguían por otro", explicó Anselmo de Martín, miembro del equipo de Policía Judicial de Barbastro de la Guardia Civil.Hasta las bolsas de pipas

Los desperfectos ocasionados o el robo de material obligaron incluso en más de una ocasión a suspender un partido de fútbol y otras actividades educativas, sociales o deportivas. Sobre todo buscaban dinero, pero también se llevaron herramientas, armas, alimentos... y hasta las bolsas de pipas. No hay una estimación del botín, pero sumados los daños se calculan miles de euros. Solo en el campo de fútbol de Sariñena, la reparación costó 2.000 euros.

La Guardia Civil montó dispositivos de vigilancia para interceptarlos, pero los burlaban desviándose por la extensa red de caminos. En este sentido, la Policía Judicial valoró positivamente la labor de las patrullas de seguridad ciudadana, que hicieron "un gran esfuerzo" para permitir desmantelar a la banda, aclaró Anselmo de Martín, así como la colaboración ciudadana.Pertenencia a banda criminal

La primera fase de la operación se desarrolló el 24 de febrero, con la detención de dos personas. Más recientemente se detuvo a las otras siete. Los investigadores practicaron tres registros, dos en domicilios de Binéfar y Valcarca (pedanía de Binaced), y otro en un trastero. Los objetos recuperados están en el cuartel de Barbastro para devolverlos a sus propietarios, aunque desgraciadamente vendieron la mayor parte. Además de robo, hurto y daños, se les acusa de pertenencia a banda criminal. Tenían las tareas repartidas, con un cabecilla que participaban en todos los asaltos, otra persona dedicada a la venta de los objetos robados y grupos de vigilancia y contravigilancia.