Más de 4.000 personas pasaron ayer por el cuartel Sancho Ramírez de Huesca en una jornada de puertas abiertas teñida de despedida, ya que el cierre del acuartelamiento, donde trabajan unas 300 personas está decretado para el segundo semestre de este año. El Grupo de Transporte IX/41, instalado aquí desde 2010, adaptó los vehículos y materiales a un formato ‘parque de atracciones’, según definió su teniente coronel, Fernando García Mercadal. El objetivo era que los más pequeños pasaran una serie de pruebas y que los adultos vieran qué hacen estos militares y cómo lo llevan a cabo.

Tiendas de campaña, grúas, camiones, armamento ligero, contenedores y hasta un punto de enmascaramiento se dispusieron en el recinto. Se contó además con la actuación de la Banda de Guerra de la Agrupación de Apoyo Logístico 41, a la que pertenece el Grupo de Transporte de Huesca y que ayer celebró el 29 aniversario de su creación.

A pesar del viento, las familias oscenses se animaron a acercarse hasta el cuartel. Carlos Pérez comentó que él había destinado aquí y que, aunque está fuera, sigue viviendo en Huesca . "Venimos por recordar y por que tenemos la esperanza de que esto no se cierre y se mantenga abierto", añadió. Para él, la de ayer era una jornada "de encuentro y solidaridad con los compañeros".

Para mostrar su apoyo al cuartel, como el año pasado, acudió Miguel Montori. En su opinión, "es muy difícil, prácticamente imposible, que siga abierto porque esto no obedece a una política territorial y viene de Madrid".

El futuro

Anfitriones y visitantes insistían en que ayer era un día de alegría y de encuentros, aunque en todo momento planeó el futuro del cuartel, el único que queda en la capital oscense. En enero de 2015 se hicieron públicas las intenciones del Ministerio de Defensa para esta instalación, aunque la entonces alcaldesa de Huesca, Ana Alós, había sido alertada de este cierre en julio del año anterior. Las familias de los militares y los trabajadores civiles del Sancho Ramírez crearon una plataforma de apoyo que recogió firmas y se reunió con los responsables de todas las instituciones aragonesas para conseguir su respaldo.

El último movimiento político a favor del cuartel ha sido la iniciativa del PSOE en el Congreso, defendida por el diputado altoaragonés Gonzalo Palacín y que se aprobó a pesar de los votos en contra del PP y la abstención de Podemos. "La decisión está tomada y mientras no haya un cambio en el Gobierno de España el cuartel se cerrará", dijo.

El alcalde de Huesca, el socialista Luis Felipe, hizo la misma afirmación y señaló que lleva "73 días esperando respuesta del PP del Alto Aragón para entrevistarme con alguien del partido en Madrid", como ya ha hecho con el PSOE y Podemos para transmitirles la importancia de mantener abierto el Sancho Ramírez.

Pero la cuenta atrás ya ha empezado. El coronel de la AALOG, José Antonio Canalejo, reconoció ayer que en la base SanJorge de Zaragoza ya hay "instalaciones previstas para el posible traslado del Grupo de Transporte, cuando se quiere hacer". "La previsión es que sea durante el segundo semestre de 2016; estamos esperando a que nos den la orden porque es una decisión que se sale de nuestro ámbito", indicó.