Plaza Imperial está en venta por la sexta parte de lo que costó levantar el centro comercial

La propiedad oferta el complejo por 35 millones y la operación lanzada hace una década se elevó a 230. La galería de tiendas se inauguró en el año 2008 y languidece por la imparable fuga de operadores.

Aspecto que ofrecía la planta superior de la galería comercial de Plaza Imperial, ayer al mediodía.
Aspecto que ofrecía la planta superior de la galería comercial de Plaza Imperial, ayer al mediodía.
Guillermo Mestre

El centro comercial Plaza Imperial vuelve a estar en venta, aunque por una sexta parte de lo que costó levantarlo y por una décima parte del precio que llegó a tener. Si hace seis años se cerró un fallido contrato de compraventa por 360 millones de euros con el Banco de Irlanda, ahora sus dueños lo ofertan por un importe que rondaría entre los 35 y 40 millones. Esta cifra solo permitirá una parte mínima de la inversión que Procom destinó a levantar este complejo, que se cifró en 230 millones y cuyas comenzaron hace justo una década. Solo por los suelos pagó al Gobierno de Aragón 67,3 millones más IVA hace una década.


Fuentes del sector confirmaron ayer a ese diario que la operación se lanzó a finales del año pasado, cuyas condiciones están sujetas a un estricto contrato de confidencialidad que deben firmar los interesados en su posible adquisición, que les obliga a guardar silencio durante dos años tras acabar las negociaciones. Los propietarios de Plaza Imperial, Procom Desarrollos Urbanos y Cecosa Hipermercados (perteneciente a Eroski), han fichado a un agente especializado, la consultora Deloitte, para intentar encontrar un comprador nacional o internacional, recuperar parte de la inversión y acabar con la sangría económica como consecuencia de su elevado endeudamiento y la imparable fuga de operadores comerciales.


Desde la sociedad propietaria, Procom Desarrollo Comercial de Zaragoza SA, no se facilitó ayer ningún tipo de información y se remitieron a la sociedad contratada para gestionar el centro comercial, Optima Global Services. El gerente, José Ignacio Martínez, aseguró que ni siquiera estaba al corriente de que Plaza Imperial estuviera en venta y que estaba volcado en la gestión y en el proyecto para reflotarlo como ‘outlet’.


El contrato de confidencialidad obliga a enseñar las ‘cartas’ a los potenciales compradores, ya que Procom ha fijado como condición que no haya intermediarios en la operación, citando expresamente que no podrá actuar ni "un broker" ni ningún "agente". Además, obliga a "devolver o destruir sin guardar copia" de cualquier información facilitada "en quince días" si así lo requiere la propiedad de Plaza Imperial.


Salvo autorización expresa, los compradores no podrán contactar con clientes o proveedores de Procom "ni tampoco con nadie de la Administración o autoridades del Gobierno sobre los términos de la transacción". En caso de incumplimiento, el contrato advierte de que se podrían tomar medidas legales, además de exigir una indemnización económica. Además, se detalla que estarán sujetos al compromiso de confidencialidad todos los directivos y asesores, incluidos externos, que intervengan en la operación.


Procom pujó por el centro comercial en 2004 y se quedó con los 170.841 metros cuadrados que reservó el Gobierno de Aragón en Plaza para este fin frente a la autovía de Madrid y la Feria de Zaragoza. Su desembarco llegó de la mano de importantes operadores comerciales, pero han ido cerrando en un incesante goteo, incluida su ‘locomotora’, Primark, que abrió en su directa competencia, Puerto Venecia. En la larga lista de comercios que ha echado la persiana están Zara, Massimo Dutti, Sport Zone, Amichi, Super Ocio o Merkamueble. De hecho, ha perdido más de un centenar y no quedan ni la mitad de los que abrieron en 2008. La última despedida ha sido la de otra de las tiendas de referencia, Fnac, que se ha trasladado igualmente a Puerto Venecia.


Incluso decidió cerrar uno de los promotores del centro comercial, Eroski, en mayo de 2012. El espacio fue ocupado hace ahora dos años por Simply con un supermercado, en régimen de franquicia, de 3.500 metros cuadrados de superficie de venta.

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