Saborea el otoño: un menú a base de frutos secos

Ricos en antioxidantes y buena fuente de energía, el otoño es la época de los frutos secos. ¡Incorpóralos a tu mesa!

Variedad de frutos secos.
Variedad de frutos secos.

Nueces, castañas, avellanas, almendras o pistachos suelen asociarse a los primeros fríos porque es entonces cuando alcanzan su estado óptimo de maduración. De fácil conservación, antioxidantes, con fibra, minerales, vitaminas, pocas grasas saturadas y energéticos, son considerados cardioprotectores y muy recomendados por los expertos en nutrición. Aparte de utilizarlos como el snack adecuado para acompañar almuerzos y meriendas, pueden ser un ingrediente de lujo en cualquier cocinado. Veamos cómo confeccionar un menú a base de frutos secos.

-<" cke:reset="1">Entrante: es bien conocido el toque que las nueces o, incluso, los cacahuetes dan a las ensaladas, pero hay que admitir que en otoño entran mejor los caldos que los platos fríos. No es un problema porque se puede hacer una sopa de frutos secos de manera fácil y sencilla. Tan solo hay que pochar las verduras (puerro, calabacín, zanahoria, cebolla…), añadir un variado de almendra cruda, piñones, y avellanas, entre otros frutos y, con agua, pasar por la batidora. Cuando tengamos la crema, se añade un hueso de jamón y más agua y se expone al fuego durante más o menos una hora. -<">Segundo: las salsas tienen entre sus grandes aliados a los frutos secos. Romescu, de almendras… seguro que ya las hemos probado alguna vez. Cualquier bechamel o fumé de verduras a las que le añadamos los frutos correspondientes pueden ser un delicioso acompañamiento para todo tipo de carnes: albóndigas, filetes de pechuga, ternera guisada… -<">Postre: toda masa de bizcocho o tarta admite frutos secos. Otra opción es incorporarlos a sus coberturas, de chocolate, frutos del bosque, helado… La receta de trufas, a base de arroz inflado y almendra picada rebozadas en chocolate está para chuparse los dedos, además de ser muy fácil de hacer.