Casa Amador, taberna familiar y producto muy seleccionado

Amador ofrece un nivel de picoteo muy alto con una gran selección de productos.

Leire Urzelai y Ricardo Gazo, en Casa Amador, de Zaragoza.
Leire Urzelai y Ricardo Gazo, en Casa Amador, de Zaragoza.
V. C.

Sin hacer ruido, en una ubicación discreta en el centro de Zaragoza, Casa Amador se ha situado en apenas dos años en un nivel de picoteo muy alto con una propuesta singular. Es una taberna nueva que ha buscado reproducir un ambiente familiar. Azulejos, barra de mármol, acero inoxidable y una llamativa sensación de limpieza son los detalles que primero llaman la atención, junto a una cocina técnica, moderna y a la vista, en la que no tienen cabida ni la plancha ni la freidora.

En Casa Amador la clave está en el producto, en elaboraciones sencillas pero con un toque original. Desde las aceitunas, el aceite o los pepinillos a los productos del mar, como el pulpo de roca, el atún o las anchoas de Santoña. Todo se ha sometido en esta taberna a una rigurosa selección.

Hay mucho pescado en los ingredientes principales. Entre los bocatines, especialmente recomendable es la actualización del guardia civil con un generoso lomo de sardina ahumada. Prácticamente toda la carta tiene un punto adictivo que se consigue a través del picante, el ajo y, en general, de combinaciones muy equilibradas. Es el caso del encecinado: cecina del Bierzo fileteada, especias y una base de cecina picada con tocino de cerdo ibérico.

La tortilla de patata es una evolución de la versión más clásica. Está bien cuajada pero sin terminar de hacerse al modo tradicional. Se presenta en un timbal como si fuera un flan y es muy cremosa.

También se ofrece queso, pero no uno cualquiera: Campoveja de Serrada (Valladolid), que ostenta el título de mejor ahumado del mundo, y raciones de chorizo y salchichón artesanales. Entre los productos cárnicos, los viernes hay que acercarse a probar los torreznos de Soria. Platos de bacalao, atún, pulpo de roca y mejillones gigantes completan una carta en la que la parte más ligera está protagonizada por las clásicas banderillas.

A la hora de beber, se mira a la meseta castellana. Los tintos son de pequeñas bodegas de la Ribera del Duero; los blancos, verdejos de Rueda y algún rosado de Cigales. Al vermú también se le presta mucha atención. Es del Bierzo, envejecido en barrica de roble, y se tira de grifo. Servido, por supuesto, con su rodaja de naranja y dos aceitunas.

Casa Amador

Calle del Refugio, 8. Zaragoza. Teléfono: 876 282 083 Horario: jueves a domingo, de 12.30 a 15.30. Lunes a sábado, de 19.30 a 23.00. Descanso: domingo noche, cerrado.-Ver otros restaurantes recomendados

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